Iniciamos ayer la semana con una jornada positiva en Europa y Asia, pero negativa en América. El mercado de valores estadounidense fue incapaz de sostener el ánimo matutino en la sesión del lunes, en medio de pocos datos económicos, reportes trimestrales y constantes temores sobre la desaceleración económica. El SP500 y el Dow Jones presentaron su sexta caída en los últimos siete días de intercambios, mientras que el Nasdaq perdió la oportunidad de hilar tres alzas. Además, el SP500 fue incapaz de salir del mercado bajista, o de la zona que supera una pérdida mayor a 20 por ciento desde máximos recientes.
En una semana con pocos datos económicos, los inversionistas podrían poner mayor atención a los resultados corporativos del segundo trimestre del año, donde esperan perspectivas sobre la desaceleración económica y la inflación. Después del peor primer semestre en más de 50 años, algunos esperaban que el mercado rebotara, pero un buen dato de empleo y elevada inflación tiraron esas expectativas al reforzar la visión de la Reserva Federal de una normalización monetaria acelerada. El mercado estará atento a cualquier señal sobre el desempeño económico de las economías más grandes, como la de China, que aún no supera el último brote de la pandemia.
Pudo impactar el sentimiento de la sesión que el Índice de Mercado de Vivienda de la Asociación Nacional de Constructores cayó a su segundo mayor ritmo en 37 años y quedó en su nivel más bajo desde el inicio de la pandemia. Por otro lado, medios internacionales reportaron que Apple estaría recortando contrataciones ante expectativas de desmejora económica, con lo que se uniría a acciones similares emprendidas por tecnológicas como Google. Los operadores también esperan el inicio de la normalización monetaria del Banco Central Europeo y estarán atentos a las consecuencias de la guerra en ese continente, particularmente en el apartado energético.
En México, las bolsas sumaron un nuevo día de pérdidas el lunes, en medio de cotizaciones sumamente sensibles a las especulaciones sobre el desempeño económico y una potencial recesión en las principales economías. Los indicadores, que en las primeras horas de intercambio parecían encaminarse a un día de ganancias, presentaron su tercera caída en cuatro días. Ahora los índices regresan a la zona de mínimos del año. Después de importantes datos económicos en semanas previas, como el empleo y la inflación estadounidense, los inversionistas esperan la última actualización de la inflación local, que podría continuar en niveles récord. En el ámbito local el Presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador llamó a las compañías refresqueras y cerveceras a reducir su consumo de agua, en lo que podría desencadenar un nuevo desencuentro del gobierno con el sector privado.
En asuntos energéticos, observamos que los precios del petróleo sumaron dos sesiones seguidas en terreno positivo, debido a un dólar estadounidense más débil y la escasez de suministros, factores que contrarrestan las preocupaciones sobre la recesión y su afectación en la demanda global de crudo. Así, el precio del contrato de agosto del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, ganó 5.01 dólares para ubicarse en 102.60 dólares, mientras que el precio del contrato de septiembre del crudo europeo, Brent del Mar del Norte, subió 5.11 dólares para llegar a los 106.27 dólares el barril.
De esta manera los dos referentes tuvieron su mejor desempeño de las últimas nueves semanas. Los precios del petróleo y de algunas otras materias primas fueron impulsados porque el dólar estadounidense retrocede desde máximos de los últimos 20 años, pues un dólar más débil hace que los commodities denominados en dólares sean más asequibles para los tenedores de otras monedas. Lo anterior se presenta de forma paralela a los temores generados por los ejercicios masivos de prueba de Covid-19 que se realizan en varias partes de China. El mercado se muestra preocupado sobre la demanda de petróleo por la intermitencia en la actividad económica del segundo mayor consumidor de combustibles en el mundo.
Pasando a temas cambiarios, observamos que la moneda mexicana llegó a su nivel más fuerte en una semana, pues algunos integrantes de la Reserva Federal de Estados Unidos se han inclinado más hacia aumentos menos agresivos sobre la tasa de interés frente lo contemplado por los analistas. De acuerdo a los registros de Banco de México, el peso mexicano ganó ayer seis centavos para cerrar en 20.47 unidades por dólar en su modalidad interbancaria. Mientras, el Índice Dólar, o DXY, el cual rastrea el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, bajó 0.7 por ciento para cerrar en 107.34 unidades.
En este sentido, el fortalecimiento del peso mexicano se debe a que el mercado comenzó a disminuir su especulación sobre el futuro de la política monetaria en Estados Unidos, luego de que varios oficiales de la Reserva Federal evitaron hacer referencia a la posibilidad de un incremento a la tasa de interés de 100 puntos base. Hace unos días el gobernador de la Reserva Federal, Christopher Waller, y el presidente de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, dijeron que estaban a favor de un aumento de la tasa de interés de 75 puntos básicos para la reunión de la próxima semana, en lugar del movimiento de un punto porcentual que algunos habían previsto luego de una lectura de inflación de junio que superó las expectativas. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.
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