Gasta Gobierno de Mazatlán más de $16 millones por pandemia sin fiscalizar ni aprobación del Cabildo, señala Observatorio Ciudadano

La administración de Luis Guillermo Benítez Torres gastó 16 millones 108 mil 839 pesos para abordar la pandemia de Covid-19 en Mazatlán; sin embargo, el recurso no se fiscalizó, ni pasó por los regidores del Cabildo del Ayuntamiento, así lo informó el Observatorio Ciudadano.

El organismo mazatleco realizó una investigación en conjunto con el Centro de Análisis e Investigación No Lucrativo y la Agencia Alemana Especializada en la Cooperación para el Desarrollo Sostenible Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit, con el fin de analizar el gasto del Municipio para atender la pandemia de Covid-19.

En este escrutinio encontraron varios datos relevantes, pero uno de los más importantes fue que la Comuna arbitrariamente, y solo con la aprobación del Tesorero Municipal, gastó más de 16 millones de pesos derivado de la pandemia, y además afirmó que solo fueron 2 millones 250 mil pesos, cuando contabilizando las compras, dan los 16 millones de pesos.

“El Municipio de Mazatlán realizó las adecuaciones presupuestarias con la autorización del Tesorero Municipal y sin oficio de justificación... recurso informado por el Municipio 2 millones 250 mil pesos” , detalla Gustavo Rojo Navarro, director del Observatorio Ciudadano.

De acuerdo a las compras informadas en el micrositio destinado para las adquisiciones para la pandemia de Covid-19, el gasto sería de 16 millones 108 mil 839 pesos, y realmente se desconoce a dónde fueron a parar las adquisiciones y realmente el gasto global durante la contingencia.

“Estos datos globales y dispersos no aportan claridad del recurso real destinado para el programa emergente”, indicó el director.

Otro punto importante para Rojo Navarro es que, a ciencia cierta, se desconoce de dónde sacaron los recursos para erogarlos durante la pandemia de Covid-19, la Comuna solo informa que al ser una situación de emergencia, no tienen ese desglose a detalle.

“No se sabe de dónde fueron esas adecuaciones presupuestarias que se afectaron para poder destinar este recurso para la atención de la pandemia, es la falta de claridad que nosotros notamos en esta parte”, indicó.

Para el director de Observatorio Ciudadano, el hecho de que no se informe de dónde vienen los recursos, y que tampoco haya un padrón de beneficiarios, incentiva los malos manejos del recurso público.

“Debido a la ausencia de control en el proceso de entrega, crece la posibilidad de que ocurran riesgos de corrupción como el conflicto de intereses por proveeduría, favoritismo a proveedores, desvíos de recursos, clientelismo y el uso político-electoral”, subrayó.