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Iglesia

Obispo de Mazatlán llama a todos a estar dispuestos a vacunarse contra el Covid-19

Seguimos pidiendo por el fin de la pandemia, de hecho siempre en las eucaristías al final estamos haciendo esa súplica dice Monseñor Mario Espinosa al oficiar la misa de Domingo de Pascua

A estar disponibles todos a la vacunación contra el Covid-19 y seguir acatando las disposiciones sanitarias para prevenir el contagio del coronavirus, llamó el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Monseñor Mario Espinosa Contreras.

”Seguimos pidiendo por el fin de la pandemia, de hecho siempre en las eucaristías al final estamos haciendo esa súplica y hay que continuarla haciendo y en esta etapa estar disponibles todos a la vacunación, un servidor ya se vacunó el pasado jueves 1 de abril y valoro grandemente el servicio que hacen tantas enfermeras en ese ejercicio de la vacunación, alrededor de 120 personas era la tanda y con mucha eficiencia, con mucha organización se realizó la vacunación de los 120”, añadió Monseñor Espinosa Contreras.

”No hay que tener miedo, muchos padres ya también están vacunados, sabemos que va a continuar la próxima semana, según dicen a partir del martes de nuevo la vacunación porque las dosis que trajeron se acabaron en días pasados, pero está por llegar el nuevo lote y que los mayores de 60 años no tengamos miedo, han dado porcentajes que como el 27 por ciento no quiere, ojalá que se vaya reduciendo ese porcentaje y que el 100 por ciento estemos vacunados, va ser una etapa larga, laboriosa, paciente, pero hay que poner lo de nuestra parte”.

Al oficiar la misa de las 9:00 horas del Domingo de Pascua en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción, en este puerto, dijo que de parte de la ciudadanía le corresponde a todos tener las medidas de prevención y también estar disponibles a la vacunación para ver si a finales de este año ya esté reducida la pandemia, porque ya se sabe que es un proceso muy largo y difícil y si se descuida puede haber retrocesos.

”Entonces que estemos siempre disponibles a vivir los lineamientos sanitarios y también la vacunación”, reiteró.

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En la misa en la que se recordó que al tercer día de ser crucificado Cristo resucitó venciendo a la muerte y la humanidad también puede participar de la vida gloriosa de Jesucristo, el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, que comprende todo el sur de Sinaloa, también dijo que en estos días de Pascue estará dando gracias al Señor por haberle concedido el don de la plenitud del orden sacerdotal.

”Hermanos y hermanas, en estos días de Pascua estaré dando gracias al Señor por haberme concedido el don de la plenitud del orden sacerdotal y de haberlo ejercido durante cinco lustros, me encomiendo a sus oraciones, especialmente el 11 de mayo, Dios los bendiga abundantemente y que todos tengan felices pascuas de resurrección”, recalcó Monseñor Espinosa Contreras.

Ante decenas de fieles que acudieron a la misa en Catedral, que también se transmitió vía radio y en redes sociales, dijo que con la providencia de Dios se ha llegado al fin de la Cuaresma y del Triduo Pascual celebrando la solemnidad de la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, celebrando que Él está vivo y que está con nosotros.

”En verdad es justo y necesario aclamar con nuestras voces y con todo el afecto del corazón a Dios Padre todo poderoso y a su hijo Jesucristo y al Espíritu vivificados porque se han cumplido las Escrituras que anunciaban que nuestro Salvador sería entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, que lo condenarían a muerte, lo entregarían a los paganos para que lo sacrificaran, pero que al tercer día resucitaría, Jesús ha cumplido su misión, con su muerte y resurrección ha vencido al pecado, al mal y a la misma muerte y por su glorificación ha sido y será siempre el camino, la verdad y la vida”, recalcó.

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“En Él se esclarece todo el misterio del ser humano, inclusive en lo más difícil y trágico del dolor y el desconsuelo, porque Él mismo probó esa realidad, en Él se esclarece todo el misterio del ser humano, que hemos nacido para amar y servir a Dios en este mundo y para verlo y gozarlo en el otro, en los cielos nuevos y en la tierra nueva, para ello hay que amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos, Dios debe ser nuestro tesoro, su voluntad, sus enseñanzas en Cristo junto a las iluminaciones y mociones del Espíritu Santo deben ser para nosotros nuestra perspectiva y vivencia y no vamos a ser defraudados, pues de esta forma nuestro corazón estará saciado y pleno pues quien tiene a Dios nada le falta”.

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