"Se requiere tener una gran generosidad en la mente y en el corazón: Obispo de Mazatlán"

"Monseñor Mario Espinosa Contreras dice que cuando la persona crece en su egoísmo la vida de los que están en torno a él o a ella se vuelve muy difícil"

MAZATLÁN._ Es importante tener el cuidado necesario de nuestra persona, la atención necesaria que se requiere para ella, los cuidados en todo orden, pero tener una gran generosidad en la mente, en el corazón, en la voluntad, dijo el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Monseñor Mario Espinosa Contreras.

"Cuando la persona crece en su egoísmo la vida de los que están en torno a él o a ella se vuelve muy difícil, nos volvemos muy difíciles y nos reconcentramos en nuestro egoísmo, por eso hay que estar renunciando a nosotros mismos para pensar en los demás, para hacer el bien a los demás, para buscar trabajar viviendo también la caridad, el amor y el servicio", añadió Espinosa Contreras.

"De esa manera se cumplirá en nosotros lo que nos propone la segunda lectura: que estamos llamados a ser ofrenda agradable a Dios, nuestra persona, nuestra vida, lo que hacemos puede agradar a Dios, si lo hacemos adecuadamente en su presencia y en su plan nos volvemos un culto agradable a Dios".

En su mensaje al oficiar la misa de las 9:00 horas de hoy en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción de este puerto, dijo que el culto existencial más agradable a Dios es el que con la vida, con la persona, con el proceder se le esté dando gloria a Dios porque se vive la palabra del Señor y se vive su voluntad.

También expresó que cuando San Ignacio de Loyola estaba estudiando en la Universidad de París estaba ahí también Francisco Javier y él le repetía constantemente a Javier: ¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si se pierde?

Y esa frase del evangelio que se leyó este domingo incidió en Francisco Javier que dejó su carrera, que era muy promisoria, tenía su futuro humanamente asegurado y con mucha prosperidad al término de sus estudios.

"Sin embargo, se incorporó al grupo inicial de la Compañía de Jesús y por esa frase: '¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si se pierde?', él fue un gran misionero en la India, fue el primer misionero en Japón y murió en las costas de China siendo uno de los misioneros que más bautizó y más predicó la palabra de Dios", continuó Monseñor Espinosa Contreras.

"Y esa es una realidad hermanos, ¿de qué nos sirve ganar todo el mundo si nos perdemos?, porque nuestro destino originario en la mente de Dios es que en este mundo lo sirvamos a él y en la otra vida gocemos de Él, para eso fuimos creados, para gozar con el Señor toda la eternidad".

Pero expresó que para gozar con Dios para toda la eternidad se necesita renunciar a uno mismo, es decir, no reconcentrarse en la propia persona sino tener generosidad en la mente, en el corazón, en la voluntad para ver el bien del prójimo.

"Y cuando uno no renuncia a sí mismo crecer nuestro egoísmo, crece nuestro ego y solo pensamos en nosotros y los demás quedan en segundo, tercero o cuarto lugar o muy lejanamente en nuestro interés", recalcó el Obispo de la Diócesis de Mazatlán.

"Por eso es importante tener el cuidado necesario de nuestra persona, la atención necesaria que se requiere para nuestra persona, los cuidados en todo orden, pero tener una gran generosidad en la mente, en el corazón, en la voluntad".

 

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