CIUDAD DEL VATICANO (NTX)._ El Papa Benedicto XVI envió ayer un telegrama de condolencias por el fallecimiento del Cardenal mexicano Ernesto Corripio Ahumada, en el cual destacó su generoso e intenso ministerio.
"Profundamente entristecido por la muerte del querido Arzobispo emérito de México, tras una larga enfermedad vivida con gran serenidad, expreso mi más sentido pésame a los familiares del difunto y a todo el querido pueblo mexicano", escribió.
En el texto, enviado al Arzobispo Norberto Rivera Carrera, el Pontífice encomendó a la misericordia del Padre celestial a este celoso pastor que con tanta caridad sirvió a su pueblo.
Recordó su paso como Obispo de Tampico, como Arzobispo de Antequera (Oaxaca), de Puebla de los Ángeles y de la Ciudad de México, además de haber guiado por algunos años la Conferencia del Episcopado Mexicano como presidente.
"Este servicio testimonia su gran amor a Dios y a la Iglesia, así como su gran dedicación a la causa del Evangelio", ponderó Ratzinger.