"México, a la vanguardia"
MÉXICO (EFE)._ México ha logrado situarse a la cabeza de la veterinaria aviar en América Latina, con la principal clínica para aves de compañía de la región y un plan para convertirse en el único país latinoamericano que forme especialistas en esta rama.
En sus cuatro años de trayectoria, la Clínica de Aves de la Universidad Nacional Autónoma de México es el mayor espacio dedicado al tratamiento de estos animales en la región, explicó ayer Juan Carlos Morales, uno de los directivos de ese singular hospital.
El objetivo del centro es atender casos como el de "Paco", un loro de nuca amarilla que salió del cascarón hace un año y que acude a consulta porque su dueña ha notado que estornuda más de lo normal.
El loro grazna e intenta zafarse de la veterinaria encargada de pesarlo, auscultarlo y examinar el interior de su pico con ayuda de una diminuta linterna para determinar la causa de sus molestias.
"Paco" tiene la garganta irritada y el tratamiento que deberá seguir son cinco gotas de antibiótico diarias diluidas en agua.
Este loro ha tenido suerte de que un especialista lo atienda, pues en América Latina sólo hay dos centros veterinarios dedicados a las aves de compañía, el de la UNAM en México y otro en Perú.
El motivo de esta carencia es que ninguna de las facultades de veterinaria de la región incluye en sus planes de estudio la especialidad de aves de compañía.
Los especialistas que trabajan en esta clínica han estudiado en Estados Unidos o Europa, donde sí se es posible profundizar en esta rama al terminar la licenciatura, explicó Morales.
Por este motivo, Morales y otros profesores de la facultad de Veterinaria luchan para que la UNAM sea el primer centro docente en subsanar esta carencia, algo que puede ser realidad en unos dos años, según este especialista.
Los problemas más habituales que presentan los animales cuando llegan al consultorio son alimentarios, respiratorios o de comportamiento.
Morales lo atribuye a que muy poca gente se informa de los cuidados que requiere un ave.
"La dieta clásica de un loro en México son semillas de girasol. Hay algunos que eso es lo único que comen en toda su vida, lo que ocasiona que los ejemplares en cautiverio no cumplan los 30 años de vida, cuando en libertad alcanzan los 80.
"Alrededor de un 40 por ciento de las aves que llegan a consulta se quedan hospitalizadas en una habitación de cuidados intensivos en donde se controla al detalle su alimentación y se les medica", dijo Morales.
El porcentaje es tan elevado debido a que las aves no presentan los síntomas de enfermedad como cualquier otro animal, sino que por instinto lo ocultan, explicó.
En México, la tenencia de aves para uso ornamental es una tradición que se remonta a la época prehispánica, pues se sabe que el último emperador azteca, Moctezuma, disponía de un aviario dentro de sus jardines.
Esta costumbre, unida a la escasa oferta de pájaros criados en cautividad, lleva a que con frecuencia se capturen aves salvajes pese a que está prohibido para la mayor parte de especies.
De hecho, Morales estima que un 60 por ciento de las aves que llegan a la consulta son aves capturadas en vida silvestre.
México es el décimo país del mundo en cuanto a riqueza en especies ornitológicas, con unas mil 150, entre las cuales destacan las especies canoras.