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Pesca

‘Marcos’ lleva 50 años pescando y seguirá hasta que su cuerpo aguante

Con 65 años de edad, Trinidad Gutiérrez Acosta, su nombre real, desafía el mar en busca del camarón; esta actividad le dio para sacar adelante a sus hijos y no la abandonará mientras las fuerzas no le falte, dice

GUASAVE._ Todos le dicen “Marcos”, porque nació con ese santoral, pero su nombre es Trinidad Gutiérrez Acosta. Tiene 65 años y es de los pescadores veteranos del campo pesquero El Huitussi.

Él, como cientos de compañeros más, inician una nueva temporada de captura de camarón con la fe y las esperanzas puestas en que este año le irá bien.

El cabello cano que se esconde debajo del sombrero tipo cazador que porta disimula un poco su edad, pero es de los más viejos que todavía andan pescando, dice Saúl Soto Fierro.

“Marcos” va y viene subiendo las redes y todos los implementos que necesitará para la jornada de trabajo que iniciará antes de las 6 de la mañana, cuando el sol todavía no alcanza a asomarse por el horizonte y las islas que están frente al campo pesquero son invisibles.

“Llevo muchas temporadas, yo estoy pescando como desde el 71, tengo 65 años, empecé en esto desde los 15 años pescando con mi apá, con los tíos, y así vamos de generación en generación en la familia, así somos”, dice mientras se toma unos minutos antes de seguir avituallando su panga.

$!‘Marcos’ lleva 50 años pescando y seguirá hasta que su cuerpo aguante

El duro y muchas veces peligroso oficio de pescador es lo que ha hecho prácticamente toda su vida. Al mar le debe haber salido adelante con su familia, pero desde hace muchos años ya no es la misma, las capturas abundantes con las que regresaban parecen haber quedado en el pasado, por eso es que sus hijos ya mejor no se dedicaron a esto, dice.

“Mis hijos también trabajaron un tiempo en esto, pero se fueron a buscar una mejor vida porque aquí en el mar ya no es la misma”, expresa, “son las artes de pesca, las mallas más chicas y aparte no se cuida la bahía”.

“Marcos” no cree que las malas temporadas que han tenido se deba a un aumento del esfuerzo pesquero, porque son prácticamente los mismos, la única diferencia es que mientras unos se van, otros vienen.

De piel morena clara, pero curtida por el sol y los años, Gutiérrez Acosta evoca aquellos tiempos cuando las capturas eran abundantes. Era cuando El Huitussi tenía pocos años de haber sido fundado por varias familias de pescadores que provenían de la Isla Nixcoco. Ahora uno de los barrios de este campo pesquero lleva ese nombre.

Su papá “Chuy” Gutiérrez fue quien lo enseñó a navegar en este trabajo, pero también aprendió de tíos ya fallecidos o retirados como Iván, Jacinto y Lucio Ramírez, de este último lleva el nombre la cooperativa de la que es socio.

“Nos ha tocado vivir de todo, nos han tocado fuertes vientos afuera (en altamar), nos han agarrado tormentas, pero gracias a Dios es muy grande y nos ha ayudado. Es la vida de uno esto y pues uno ya conoce el mar”, comenta.

Y mientras las fuerzas no lo abandonen, “Marcos” asegura que no se retirará de la pesca, porque esto es su vida.

“Mientras que se pueda chambear, hay que chambear, el mismo cuerpo va a avisar”, finaliza.

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