¿Cómo es ser periodista ante el Covid?

    “La salud se ha vuelto primordial para todos en estos meses y para los periodistas no ha sido la excepción, la pandemia nos ha obligado a tenerla más presente, a cuidarnos más y a estar más informados al respecto, no solo del Covid-19 en sí, sino de las comorbilidades”.

    En estos días en que tanto hemos escrito, hablado y publicado sobre la tercera ola de la pandemia de Covid-19, quisiéramos reflexionar un poco sobre la salud, pero de los periodistas.

    Acostumbrados a ser “todoterreno”, muchas veces los periodistas nos cuidamos poco. Sometidos a un estrés diario en todos los aspectos, somos muchos lo que obviamente resentimos con diferentes afecciones, según la edad, que puede ser desde gastritis y colitis, hasta hipertensión o diabetes, y muchas veces agotamiento extremo.

    Ahora con el Covid-19, como a todos, las condiciones se nos han recrudecido, pues a diferencia de otras profesiones u oficios, que se pueden hacer desde casa o hasta dejar de hacer, en el periodismo al contrario, es cuando más trabajo hemos tenido quizá.

    No podemos parar, hay eventos que cubrir, coberturas que seguir, entrevistas que hacer, y aunque muchas cosas las podemos hacer vía remota, en realidad es poco.

    Sobre todo para reportear, tomar fotos y elaborar el ejemplar impreso, tenemos que hacerlo de manera presencial.

    Podemos escribir desde nuestra casa, hacer entrevistas por teléfono o por alguna aplicación de comunicación, revisar textos, subir información al sitio y a las redes sociales, pero siempre, algunos de nosotros, tendremos que hacer trabajo presencial en mayor o menor medida.

    Tenemos que trasladarnos, convivir con gente, en fin, poco podemos hacer los periodistas para aislarnos. Y aunque nos cuidamos y tratamos de llevar la prevención lo más que se pueda, siempre estamos expuestos.

    Afortunadamente muchos de nuestros periodistas son jóvenes, sin embargo, la mayoría de los editores, por ejemplo, ya tenemos más de 40 años. Esto último tiene la ventaja de que la mayoría ya recibió al menos una dosis de vacuna, y varios ya las dos.

    De hecho, cuando inició la vacunación, hubo algunas leves voces que solicitaron que los periodistas tuviéramos prioridad en ser vacunados, pero no tuvo eco, y hemos ido vacunándonos con la población en general, de acuerdo con nuestra edad.

    Afortunadamente no hemos tenido en las redacciones de Noroeste casos graves, aunque sí uno que otro delicado. Desgraciadamente en Sinaloa sí ha habido casos de periodistas de otros medios, independientes o retirados que han fallecido por Covid.

    En nuestro caso, en este momento, en las dos redacciones de Noroeste (Culiacán y Mazatlán), tenemos entre nuestros periodistas cinco casos confirmados activos de Covid-19, y somos alrededor de 15 los que ya lo hemos padecido este año o el año pasado, casi todos con síntomas leves.

    Los que padecen o han padecido el contagio, como debe ser, nos vamos de reposo al menos dos semanas. Y los monitoreamos por lo que se pueda necesitar.

    Afortunadamente tenemos en regla la previsión social y contamos con apoyos extra, como pruebas a domicilio, para mantenernos en prevención.

    Sin embargo, estamos conscientes de que nuestra profesión es de alto riesgo, no solo ahora con la pandemia, sino siempre: si hay un huracán, no nos resguardamos, sino que estamos a la expectativa para prácticamente seguirlo; si hay una explosión, no nos alejamos de la zona sino que vamos hacia ella para documentar; si hay una balacera, nos podemos resguardar unos momentos, pero rápidamente tenemos que acercarnos a la zona para la cobertura...

    En fin, entre los sucesos de alto impacto que hay que cubrir y lo expuesto que estamos ante contagios, sabemos que debemos cuidarnos. Aunque a veces, como los médicos, no lo hacemos: los horarios hacen que nos malpasemos en cuanto a alimentación y nos desvelemos de manera constante, es cierto, no es la única profesión u oficio que le pasa esto, pero aquí se agrega el alto nivel de estrés y que estamos siempre en la orilla del conflicto, del suceso, de la cobertura de riesgo...

    La salud se ha vuelto primordial para todos en estos meses y para los periodistas no ha sido la excepción, la pandemia nos ha obligado a tenerla más presente, a cuidarnos más y a estar más informados al respecto, no solo del Covid-19 en sí, sino de las comorbilidades.

    También, como profesionales de la información, el coronavirus nos ha puesto frente al reto de ir aprendiendo sobre la marcha de los temas relacionados, mientras nos protegemos y protegemos a nuestras familias: sabemos que nuestra labor es esencial y no se detiene, al contrario, nunca el periodismo serio, profesional y preventivo había sido tan necesario.

    Nos cuidamos para poder seguir desempeñando nuestra labor de la mejor manera para ustedes, nuestros lectores.

    En estos días en que tanto hemos escrito, hablado y publicado sobre la tercera ola de la pandemia de Covid-19, quisiéramos reflexionar un poco sobre la salud, pero de los periodistas.

    Acostumbrados a ser “todoterreno”, muchas veces los periodistas nos cuidamos poco. Sometidos a un estrés diario en todos los aspectos, somos muchos lo que obviamente resentimos con diferentes afecciones, según la edad, que puede ser desde gastritis y colitis, hasta hipertensión o diabetes, y muchas veces agotamiento extremo.

    Ahora con el Covid-19, como a todos, las condiciones se nos han recrudecido, pues a diferencia de otras profesiones u oficios, que se pueden hacer desde casa o hasta dejar de hacer, en el periodismo al contrario, es cuando más trabajo hemos tenido quizá.

    No podemos parar, hay eventos que cubrir, coberturas que seguir, entrevistas que hacer, y aunque muchas cosas las podemos hacer vía remota, en realidad es poco.

    Sobre todo para reportear, tomar fotos y elaborar el ejemplar impreso, tenemos que hacerlo de manera presencial.

    Podemos escribir desde nuestra casa, hacer entrevistas por teléfono o por alguna aplicación de comunicación, revisar textos, subir información al sitio y a las redes sociales, pero siempre, algunos de nosotros, tendremos que hacer trabajo presencial en mayor o menor medida.

    Tenemos que trasladarnos, convivir con gente, en fin, poco podemos hacer los periodistas para aislarnos. Y aunque nos cuidamos y tratamos de llevar la prevención lo más que se pueda, siempre estamos expuestos.

    Afortunadamente muchos de nuestros periodistas son jóvenes, sin embargo, la mayoría de los editores, por ejemplo, ya tenemos más de 40 años. Esto último tiene la ventaja de que la mayoría ya recibió al menos una dosis de vacuna, y varios ya las dos.

    De hecho, cuando inició la vacunación, hubo algunas leves voces que solicitaron que los periodistas tuviéramos prioridad en ser vacunados, pero no tuvo eco, y hemos ido vacunándonos con la población en general, de acuerdo con nuestra edad.

    Afortunadamente no hemos tenido en las redacciones de Noroeste casos graves, aunque sí uno que otro delicado. Desgraciadamente en Sinaloa sí ha habido casos de periodistas de otros medios, independientes o retirados que han fallecido por Covid.

    En nuestro caso, en este momento, en las dos redacciones de Noroeste (Culiacán y Mazatlán), tenemos entre nuestros periodistas cinco casos confirmados activos de Covid-19, y somos alrededor de 15 los que ya lo hemos padecido este año o el año pasado, casi todos con síntomas leves.

    Los que padecen o han padecido el contagio, como debe ser, nos vamos de reposo al menos dos semanas. Y los monitoreamos por lo que se pueda necesitar.

    Afortunadamente tenemos en regla la previsión social y contamos con apoyos extra, como pruebas a domicilio, para mantenernos en prevención.

    Sin embargo, estamos conscientes de que nuestra profesión es de alto riesgo, no solo ahora con la pandemia, sino siempre: si hay un huracán, no nos resguardamos, sino que estamos a la expectativa para prácticamente seguirlo; si hay una explosión, no nos alejamos de la zona sino que vamos hacia ella para documentar; si hay una balacera, nos podemos resguardar unos momentos, pero rápidamente tenemos que acercarnos a la zona para la cobertura...

    En fin, entre los sucesos de alto impacto que hay que cubrir y lo expuesto que estamos ante contagios, sabemos que debemos cuidarnos. Aunque a veces, como los médicos, no lo hacemos: los horarios hacen que nos malpasemos en cuanto a alimentación y nos desvelemos de manera constante, es cierto, no es la única profesión u oficio que le pasa esto, pero aquí se agrega el alto nivel de estrés y que estamos siempre en la orilla del conflicto, del suceso, de la cobertura de riesgo...

    La salud se ha vuelto primordial para todos en estos meses y para los periodistas no ha sido la excepción, la pandemia nos ha obligado a tenerla más presente, a cuidarnos más y a estar más informados al respecto, no solo del Covid-19 en sí, sino de las comorbilidades.

    También, como profesionales de la información, el coronavirus nos ha puesto frente al reto de ir aprendiendo sobre la marcha de los temas relacionados, mientras nos protegemos y protegemos a nuestras familias: sabemos que nuestra labor es esencial y no se detiene, al contrario, nunca el periodismo serio, profesional y preventivo había sido tan necesario.

    Nos cuidamos para poder seguir desempeñando nuestra labor de la mejor manera para ustedes, nuestros lectores.

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