Opinión, edición y cuidado; una disculpa por los errores

    Ya antes hemos explicado, sin ser justificación, de la incidencia casi inevitable de errores en nuestras publicaciones, por la cantidad y la celeridad con que las hacemos; sin embargo, en Opinión, donde no hay celeridad y se le dedica un tiempo amplio desde temprano en la mañana y a veces desde un día antes, es injustificable e imperdonable este tipo de errores.

    Una de nuestras secciones más importantes es lo que llamamos Opinión, o páginas editoriales, que para efectos del ejemplar impreso aparecen en dos páginas de la primera sección, junto a las notas nacionales y de negocios.

    Y en el sitio digital aparecen en la sección Opinión, aunque con más columnistas incluso de otras secciones.

    Las plumas que ahí aparecen no son menores, han sido seleccionadas cuidadosamente y decantadas a lo largo de los años para que nuestros lectores tengan la opción de recibir textos de análisis de periodistas, politólogos, expertos en diferentes temáticas.

    Algunos de los editorialistas son locales, son sinaloenses, ya sea de Culiacán o de Mazatlán, principalmente, pero también tenemos varios a los que llamamos nacionales, porque no están en Sinaloa, sino en la Ciudad de México, Monterrey o Guadalajara, y desde allá nos envían sus textos.

    Cada día, hay espacios ya asignados para ellos, y muchos de ellos aparecen en días específicos y un lugar específico dentro de la página, mientras que otros envían de manera atemporal, es decir, para cuando puedan publicarse, claro que dentro de un rango mínimo de días desde que lo recibimos.

    Hay otros que seleccionamos del sitio de noticias SinEmbargo.MX, con quien tenemos un convenio de intercambio de información, y nos apoyamos en ellos para tener algunas de sus más reconocidas plumas.

    Todos esos textos, que nos llegan cada día, son cuidadosamente seleccionados algunos, y debidamente revisados todos, para que aparezcan en nuestro ejemplar diario y amanezcan en nuestro sitio web, contribuyendo a dar una perspectiva a la información del día a día.

    Los colaboradores pueden escribir del tema que quieran y con la confianza de que sus textos son publicados tal y como los mandan, solo con correcciones de estilo o de lenguaje, cuando lo requieren.

    En enero del año pasado, en este mismo espacio hablamos de la parte del periodismo de opinión, y su diferencia con el periodismo que hacen los reporteros, así como una explicación amplia de las características de esta rama del periodismo.

    Así que se preguntará ¿por qué volvemos a tratar este tema?

    Pues bien, quisimos abordar este tema del periodismo de opinión de nueva cuenta, para comentar y ofrecer disculpas por dos errores vergonzosos cometidos en estos últimos días con artículos de nuestros colaboradores de las páginas de Opinión.

    Uno fue el martes 11 de enero, cuando publicamos un texto de un colaborador nacional, nada menos que de Jorge Castañeda, titulado “La sucesión morenista adelantada: un regalo a la oposición”.

    El problema fue que el artículo se publicó incompleto. Por error, el editor copió el texto pero solo los primeros párrafos, y así lo colocó en página, sin revisar que en realidad el texto no solo no terminaba, sino que era sumamente corto.

    Por supuesto, al día siguiente, repetimos el artículo pero ya con el texto completo, y con una Fe de erratas, reconociendo el error y ofreciendo disculpas.

    Pero lo peor fue que días más tarde cometimos otro error con dos de nuestros colaboradores.

    El domingo 16 de enero, la columna de nuestro colaborador nacional Jorge Zepeda Patterson apareció con el encabezado y la firma correcta, pero el texto era de otro articulista, que precisamente se publica ese mismo día en esa misma página: el mazatleco Guillermo Osuna Hi y su columna Puerto Viejo.

    Por error, el diseñador duplicó la caja del texto de Osuna Hi y la colocó en el espacio de Zepeda Paterson, pensando en sustituir el texto, pero lo olvidó y el editor a cargo no revisó la página correctamente.

    Así que el texto de Osuna Hi salió duplicado y omitimos el de Zepeda Patterson.

    No solo recibimos la llamada de nuestro colaborador mazatleco Osuna Hi para hacernos ver el error, sino también de algunos de nuestros lectores para señalarlo.

    El martes 18 publicamos de nuevo la columna de Zepeda Patterson, titulada “El obradorismo frente a su lado oscuro”, pero ya con el texto correcto, y por supuesto la consabida Fe de erratas explicando el error y ofreciendo disculpas a los lectores.

    Ya antes hemos explicado, sin ser justificación, de la incidencia casi inevitable de errores en nuestras publicaciones, por la cantidad y la celeridad con que las hacemos; sin embargo, en Opinión, donde no hay celeridad y se le dedica un tiempo amplio desde temprano en la mañana y a veces desde un día antes, es injustificable e imperdonable este tipo de errores.

    Como en otras ocasiones, admitimos nuestra responsabilidad en estos errores, ofrecemos una disculpa a nuestros lectores y a nuestros colaboradores, y nos sometemos a su juicio.

    Seguiremos trabajando para disminuir esta incidencia de fallos.

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