Considerado ya como el primer gran acuerdo que ha logrado el Presidente Andrés Manuel López Obrador, se presentó ayer por fin el anunciado plan antiinflacionario en el País, llamado Paquete Contra la Inflación y la Carestía.
Aunque el mismo Mandatario nacional ha dejado en claro que no se trata de un control de precios, sino una alianza con distribuidores, productores, comerciantes para garantizar que la canasta básica alimentaria tenga un precio justo y ya no aumente.
Destaca en este acuerdo ahora conocidos como PACIC la inclusión de 24 productos: aceite de canola o maíz, arroz en grano, atún en lata, azúcar morena, bistec de res, cebolla, chile jalapeño, chuleta de puerco, frijol de grano, huevo de gallina blanco, jabón de tocador, jitomate saladet, leche, limón, manzana, naranja, pan de caja, papa, papel higiénico, pasta para sopa, pollo entero; sardina en lata, tortilla de maíz y zanahoria.
O sea más completo no puede estar, sobre todo que estos productos en su conjunto equivalen al 46 por ciento de la inflación en el País, y como vemos son productos más allá del consumo básico.
La tasa de inflación mexicana subió durante la primera quincena de abril hasta el 7.72 por ciento, su mayor nivel en 21 años, y de acuerdo con el Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, aseguró que debido al manejo que el Gobierno federal ha dado para estabilizar el precio de la gasolina, la inflación no ha llegado a un escenario más apremiante, como el del 10 por ciento.
Pactos ha habido muchos en este país para controlar el aumento de precios, en muchas ocasiones han servido como paliativos temporales contra las crisis y otras veces han sido meramente de membrete de gobierno de antaño.
Vemos un acuerdo serio, bastante realista y es una aceptación de facto que las cosas no están tan bien en cuanto a los golpes sufridos por los bolsillos de los mexicanos.
Además tiene el apoyo de empresas como Bimbo, Telcel y Telmex para no incrementar sus precios cuando menos en este año.
El plan está basado en cuatro estrategias, como de producción, de distribución, de comercio exterior y de medidas adicionales.
Esperemos que este acuerdo prospere y se sumen todos los sectores porque el contexto no solo nacional, sino mundial de los alimentos es complicado.
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