Garantizar la educación

30/10/2024 04:00
    La educación debería ser también una prioridad para las autoridades, sobre todo en condiciones como las que le ha tocado padecer a Sinaloa en las semanas recientes.

    Los hechos de violencia que iniciaron en Sinaloa hace siete semanas han tenido un impacto en la vida económica y social de la entidad, principalmente en lo que corresponde a la región central.

    Pero también han impactado en una actividad que importa por lo que significa el desarrollo de las comunidades: la educación.

    En Culiacán y las localidades y municipios aledaños, los enfrentamientos armados han sido causa de que el ausentismo en los centros educativos se haya elevado.

    Algunas instituciones de educación superior han adoptado el sistema de clases virtuales para darle continuidad a los programas educativos, pero hay otras del sistema básico que no han podido hacerlo.

    Y es ahí donde las autoridades deberían poner atención, en asegurar que las y los menores puedan contar con mecanismos que les permitan dar continuidad a los procesos de formación de sus centros escolares.

    Si bien, la experiencia de las clases a distancia que dejó la pandemia del Covid-19 no ha sido la mejor, las autoridades deben contar con mecanismos adecuados y oportunos para activarlos y que niñas y niños no pierdan continuidad a su plan de estudios.

    Y hasta ahora, a pesar del tiempo transcurrido y la experiencia que la ola de violencia en Sinaloa ha dejado, no se cuenta con estrategias oportunas para garantizar que las clases continuarán, aún cuando no haya oportunidad de llegar al plantel por situaciones de emergencia.

    La educación debería ser también una prioridad para las autoridades, sobre todo en condiciones como las que le ha tocado padecer a Sinaloa en las semanas recientes.

    Y no es que el Estado deba contar con una varita mágica para resolverlo cuando de emergencia se trata. Lo mínimo, es diseñar estrategias que permitan actuar de la forma más rápida posible.

    Si las decisiones se siguen dejando a la ligera, el ausentismo en las escuelas seguirá incrementándose y la nueva generación, que debería estar preparándose para ser mejores ciudadanos, se estará perdiendo de las herramientas que se necesitan para lograrlo.