La gran discusión que se está dando entre los científicos en este momento es si es hora de “gripalizar” el virus del Covid-19, que no sería otra cosa que rendirnos ante el virus y aceptarlo como un virus más en nuestro organismo.
Los países europeos, siempre buscando la corrección del término, plantean la posibilidad de cambiar el tema de “pandemia” a “endemia”. Lo que parece ser solo un cambio de nombre tiene muchas implicaciones.
El principal país que defiende la idea de tratar el virus como una enfermedad endémica y no como una pandemia es España, mientras el resto de los países europeos estudian con recelo la posibilidad.
La intención de “normalizar” la pandemia que azota el mundo no es otra que relajar las alarmas, reducir los confinamientos y evitar un mayor daño a las economías del mundo.
La verdad es que en nuestro País, el cambio de nombre no afectaría mucho, el Gobierno federal nunca ha invertido grandes cantidades de recursos en hacer pruebas y ha concentrado sus esfuerzos en la vacunación, sin importarle demasiado el excesivo número de fallecimientos que han ocurrido en nuestro territorio.
Los defensores en relajar las medidas aseguran que después de todo no hemos conseguido hacer gran cosa contra el virus, que se sigue desplegando por el mundo a sus anchas, mientras las restricciones han matado a millones de empresas.
Las instituciones de Salud dicen otra cosa y alertan de la posibilidad de causar un gran daño si relajamos las restricciones sanitarias.
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