En Francia, el Gobierno de Emmanuel Macron amenaza con endurecer las medidas contra las personas que no se han vacunado contra el Covid-19. En Australia, el Gobierno negó una excepción contra el número 1 del tenis mundial, Novak Djokovic, para que participara en el primer Grand Slam y le prohibieron la entrada al País. En Brasil, por segundo año consecutivo, las autoridades anuncian que el Carnaval de Río de Janeiro se cancela.
Esos son los efectos que la pandemia del Covid-19, en su cuarta ola, está ocasionando alrededor del mundo y es lo que demanda de todos los actores, principalmente de la sociedad: protegerse y ser precavidos ante el riesgo de contagio que todavía prevalece.
En esta semana, los nuevos casos confirmados del coronavirus se han multiplicado de manera significativa tanto en México como en Sinaloa y el pronóstico en el corto plazo es que siga propagándose de esa manera.
Y de nuevo surge la disyuntiva para mucha gente: ¿cómo hacerle para poder continuar con las actividades habituales, como ir al trabajo y cómo hacerle para no ponerse en riesgo de enfermarse por el Covid-19?
La clave y la respuesta siempre va a ser la misma: la distancia social, el uso de cubrebocas y la higiene personal serán importantes para reducir al mínimo la posibilidad del contagio.
La realidad es que ante las nuevas condiciones de la pandemia, las posibilidades de enfermarse son muchas, aunque el riesgo es menor a las otras olas de contagio que se han registrado, debido a la efectividad de las vacunas.
Bajo las condiciones en que se encuentra México, es importante tomar decisiones que apelen al bien común, aún cuando vaya en contra de las tradiciones, como lo es una fiesta del Carnaval.
En Sinaloa, las autoridades deberán tomar una decisión entre las tradiciones que buscan preservar y la salud que buscan cuidar. No hay mucho qué pensar en torno a eso. En el mundo, ya están tomando las decisiones que les corresponde.
Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.
