A Sinaloa le urgen buenas noticias y el inicio de la zafra camaronera tiene todas las condiciones para serlo.
Después de la agricultura, la captura de camarón es una de esas actividades que consigue derramar riqueza en todas las capas sociales, aunque en ocasiones la naturaleza o los mercados lo único que provocan es una derrama, pero de más pobreza.
Con dos años prácticamente perdidos por la pandemia y sus efectos colaterales, capas enteras de la sociedad sinaloense sufren una lenta y angustiante pérdida de su capacidad de consumo.
Hay menos trabajo, muchas necesidades y encima nos cae una pandemia que ha diezmado a familias enteras, así que ya es hora de algo bueno para los bolsillos de los que menos tienen.
Los Mochis contó con el beneficio de que sus actividades agrícolas no se irrumpieron durante la pandemia, pero numerosos sectores económicos sí lo hicieron.
Culiacán sufre en su sector comercial, el más sólido del estado. El Centro de la capital sinaloense todavía no se recupera completamente y numerosos negocios jamás volverán a levantar la cortina.
Con la ayuda de la recuperación turística, Mazatlán se levantó, pero eso no quiere decir que el puerto esté del otro lado, la pesca sigue esperando su oportunidad.
Además de la pandemia, el Huracán Nora devastó numerosas granjas acuícolas y es hora de que los pescadores de escama no se reponen de los efectos del clima.
Así que la zafra del camarón aparece en el horizonte como una oportunidad para darle la vuelta a la hoja, mientras los casos de contagios de Covid-19 siguen a la baja.
Que la fortuna regrese a una tierra que siempre ha sido capaz de producir para todos sus hijos.
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