Frente a las ya muy próximas elecciones, el Partido Sinaloense ya comenzó a mover su maquinaria para que el instituto político se mantenga, afiliando gente a fuerza.

Claro, imagínese, ¡con tanta inscripción en puerta!

Y es que nos informan empleados de la misma Universidad Autónoma de Sinaloa que autoridades universitarias les pidieron este lunes en una reunión secreta que consigan fotografías de identificaciones INE de sus familiares y amigos para afiliarlos a las filas del PAS.

La reunión habría sido en el Figlostase en Culiacán, y ahí se le pidió a empleados de la UAS operar a favor del PAS para sumar militantes.

Una estrategia tan añeja aplicada toda la vida por Héctor Melesio Cuén Ojeda que sirve para que se le inyecte más recursos financieros al partido, pero pues da risa que en ninguna de las elecciones en las que han participado han tenido más votos que el padrón de militantes que tienen, es decir, ni ellos mismos votan por el PAS.

Y ya nos imaginamos a esa raza que se cree periodista en RadioUAS, nada más porque tiene años hablando de mitotes e inventos, de toda la compañita macuarra que van a levantar para desmentir esta afirmación, pero no podrán ofrecer ni una sola prueba que desestime el señalamiento. Clásico.

Echan tierra, hablan de mitotes y se tiran al suelo, pero nunca dan un dato que sugiera que el señalamiento es falso.

Que por cierto también está comprobado que ellos reciben dinero de la UAS y son operados desde el PAS para hablar bien de sus amos políticos, y entre los voceros de la “autonomía universitaria” suman ya varias denuncias por violencia contra periodistas de verdad.

También nos contaban los mismos empleados de la UAS que el PAS ha estado reintegrando viejos registros una y otra vez para nunca perder su planilla. Parece ridículo que recurran a estas artimañas políticas, y luego se hacen los dignos.

Así que les recomendamos revisar el padrón del PAS, no vaya a ser que usted esté afiliado y ni cuenta se haya dado. Parece chiste, pero es anécdota.

Desde que son candidatos a algún cargo político, se esconden entre sus coordinadores de prensa, como si no acabaran de prometerle iniciativas a la gente todos los días.

El caso de Juan de Dios Gámez Mendívil es un ejemplo claro y muy extraño, pues a pesar de ser el candidato puntero y con una clara y sólida posibilidad de repetir, pues no tiene muchos ánimos de tener acercamiento con la prensa.

Entendemos la dinámica de las agendas y la urgencia por abarcar todo el territorio de la capital de Sinaloa, pero nos resulta extraño que sean muy pocas las posibilidades de poder tener un acercamiento con los medios.

Desde el año pasado pudimos comprobar que existía una agenda oculta, lejos de los medios y con invitaciones a deshoras o en lugares alejados y en horarios poco útiles para los medios, y así se mantuvo meses, para tener esos encuentros de promesas y propuestas con los vecinos de colonias y sindicaturas.

Otro caso es el de la candidata a la Senaduría del Movimiento Ciudadano, Fernanda Rivera, quien habla abiertamente de sus propuestas en los debates, pero a no accede a tener entrevistas con medios de comunicación.

Curiosamente parece que esta actitud es muy de Morena y sus huestes, porque si vieran el Ayuntamiento de Culiacán, está más solo que cualquier facultad en el turno matutino de la UAS cuando hay audiencia contra Madueña y sus funcionarios.

Pesa mucha esa actitud, pues tal parece que no entienden la responsabilidad que tienen de trabajar para los sinaloenses y los culiacanenses.

Todos se esconden también entre sus secretarios y se niegan a hablar sobre su trabajo.

¿Desde cuándo estar representando a la ciudadanía te hace merecedor de dirigir la palabra a cierta población? Son funcionarios, servidores de la ciudadanía, que se les paga, no están haciendo ningún favor por su trabajo, es un deber social que se debe de cumplir.

Todavía ayer por la noche, el tema en la pandilla que se cree dueña de la Universidad Autónoma de Sinaloa era cómo pagar la fianza de 50 mil pesos que le pidió el juez a Robespierre Lizárraga como garantía de que atenderá proceso penal en su contra.

Además tendrá que acudir a la Unidad de Medidas Cautelares a firmar cada bimestre.

Después de que se había afianzado como todo un prófugo de la revisión de medidas cautelares, a Robaspierre, como ya le dice la raza carrilluda, tuvo que conectarse vía zoom para atender la audiencia por la que ya tenía la advertencia de que ya estaba bueno que le hiciera al ensarapado con sus enfermedades y las de sus abogados.

El que se escapó por piernas fue el Rector separado del cargo, y también del bigote, Jesús Madueña Molina, que también se respaldó en la vieja confiable de estar enfermo.

Nosotros ya sabíamos que no iban a ir, pues no hubo llamado a movilizarse ni RadioUAS transmitió en vivo “desde la Fiscalía”, como dicen ellos en su ya normalizada ignorancia.

Ambos están acusados por el delito de abuso de autoridad, por más que lloren griten, pataleen y digan que un juez federal bla, bla, bla.

La Fiscalía General del Estado ya traía ganas de que le aplicaran estas medidas cautelares, pues es muy obvio que Robespierre, como parte de la pandilla, han buscado dilatar el proceso penal que enfrentan con todas las justificaciones absurdas y marrullerías legaloides a las que esos abogados que andan defendiendo al patrón están acostumbrados a hacer. De hecho, no saben otra manera de ejercer la profesión, porque están acostumbrados a la transa, a la mentira y la viveza.

Aunque estos abogados alegaron que Lizárraga Otero ha mostrado disposición durante el desarrollo del proceso y pidieron descartar la garantía económica, el juez los ignoró.

Vale más, no vaya a ser que se enferme y luego no lo vuelven a agarrar hasta el 2027.

Por lo de de donde sacarán los 50 mil pesos para la fianza, pues se nos ocurren varias ideas.

Madueña y su familia le podrían prestar, o la representante de Madueña, Ebenezer Flores, total que se espere poquito para comprar otra propiedad.

También le podrían pedir prestado al maestro o al Junior.

Que le hagan una vaquita entre todos los funcionarios vinculados a proceso. O también podrían dejar de comprar poquito a sobreprecio y ya les alcanzaría.

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Malecón es columna institucional de esta casa editorial.

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