"Evita la cuesta de enero, conoce tres aspectos a los que el marketing recurre para influenciar al consumidor"

"Fernando Ralero, consultor de negocios y conferencista internacional, dijo que las personas no compran las cosas por lo que son, sino por cómo les hacen sentir, por eso es que cuando las empresas crean sus campañas publicitarias se enfocan en aspectos emocionales"

CULIACÁN._ Durante las últimas semanas del año, las empresas dedicadas al marketing aprovechan el ingreso extra de los trabajadores y organizan campañas con el claro objetivo de obtener sus aguinaldos. Un ejemplo de esa estrategia es el Buen Fin.

El empresario, consultor de negocios y conferencista internacional Fernando Ralero dijo que las personas no compran las cosas por lo que son, sino por cómo les hacen sentir, por eso es que cuando las empresas crean sus campañas publicitarias, las compañías se enfocan específicamente en tres aspectos emocionales.

“La cultura latinoamericana no practica el tema del ahorro, cuando se tiene el dinero se trata de gastar lo antes posible, en la persona misma o en sus seres queridos”, advirtió el especialista en neuromarketing.

El primer concepto en el que las campañas se enfocan, añadió, tiene que ver con el “me lo merezco”, es decir, después de tanto trabajo es el momento de la recompensa.

Fernando Ralero, empresario, consultor de negocios y conferencista internacional

El segundo aspecto tiene que ver con la búsqueda por agradar a los demás, ya que es muy común que la gente se compre cosas con la finalidad de impresionar a los demás, estar más a la moda, publicar en redes y que la gente que no vive con ellos vea que les está yendo muy bien, aseguró.

El tercer aspecto ataca la emoción de “cómo me hace sentir”. Se trata, explicó el especialista, de un tema de experiencias, de asistir a un restaurante especial, probar una bebida especial, se trata de algo efímero, “la ropa se usa muchas veces, un trago se toma una sola vez”.

Ralero advirtió que las personas, afectadas por sus emociones, llegan a enero y se dan cuenta que se gastaron el dinero que recibieron y más, por eso viene la sensación de la cuesta de enero.

“Una sensación por darse cuenta que se compró algo que al final no era tan necesario o que se pagó demás se denomina disonancia cognoscitiva”, explicó.

Ralero consideró que el 80 por ciento de las familias mexicanas utiliza su ingreso únicamente para sobrevivir, pues no les alcanza para ahorrar, para invertir o hacer alguna proyección a mediano o largo plazo; por eso, cuando son fechas en las que los trabajadores reciben pagos especiales, las compañías enfocan sus campañas para aprovecharse de este ingreso adicional.

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