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"Opinión"

"Abrumador"

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    lqean@yahoo.com.mx  

     

    La contienda en marcha contiene importancia histórica, por muchas razones, pero hay una principalísima y fundamental: ha llegado el momento, en la historia del País, que no se puede desperdiciar un sexenio más, sin que se produzcan resultados tangibles en beneficio de la mayoría  de mexicanos.

     

    Hay consenso abrumador en ese sentido, no hay duda; entonces, a partir de esa realidad, clara para el inmenso universo de la ciudadanía, no se tienen que agregar muchos argumentos; de ahí se desprende todo lo demás, se gana o se pierde en la elección que viene. Los ciudadanos se encuentran frente a dos alternativas, o dan un salto cualitativo en la consecución de los intereses de los más débiles o sigue una minoría rapaz apoderada del producto interno bruto; ni más ni menos esa es la tesitura en que se encuentra la nación.

    Las condiciones están dadas para que un gobierno patriota llegue a conducir el País, que rescate las riquezas nacionales para beneficio de la mayoría de mexicanos, sin distingos de clases sociales. Un gobierno incluyente, donde quepa desde el más humilde hasta el más encumbrado en la escala social, donde la libertad se fortalezca y la justicia cobije a todos por igual, esa es la meta de los progresistas que participan en la contienda.

     

    Se ha desatado una campaña sucia, por parte de las corrientes conservadoras, que han gobernado sin pena ni gloria el País; aferrados al poder se la pasan lanzando ataques al adversario político que más apoyo popular ha concitado. Es una campaña de bajísimo nivel, con denuestos llenos de falsedades, sin ningún sustento objetivo, pero que ante un mar de ignorancia previamente sembrada, calculan que algo les dejará (y, desafortunadamente, todavía hay sectores que viven en caseríos de ciudades perdidas, en bolsones de miseria abominable que los partidos conservadores han provocado, y luego se aprovechan para manipularlos en su provecho). El epicentro de la lucha política de las fuerzas progresistas se centra principalmente en despertar la conciencia de millones de mexicanos de que el cambio democrático es deseable y posible. 

     

    Conforme avanza la campaña se ha avanzado en concienciar a los sectores más vulnerables de la sociedad, a despertar su comprensión de cuáles son las causas de su rezago social; cuando la mayoría de pobres de este país despierte de su letargo, las cosas van a cambiar como de la noche al día. El partido Morena viene planteando un programa avanzado, para abatir los males que afligen a los ciudadanos, un proyecto incluyente donde tienen espacio todos los estratos de la sociedad que quieran un México más equitativo y con oportunidades para todos.

     

    No se ve cómo los partidos políticos tradicionales puedan remontar, en el tiempo que queda de campañas, su enorme distancia del puntero en las encuestas: la ventaja en términos cuantitativos es enorme, difícil de superarla; además, las razones objetivas que provoca esa explosión social, en apoyo a Andrés Manuel López Obrador, son de un peso social imposibles de ser superadas de la noche a la mañana, ese es un factor fundamental en que se cimienta su apoyo.

     

    La crisis en el campo y el desempleo galopante en las ciudades, los raquíticos salarios a los trabajadores, son factores  que tienen irritada a la sociedad en general; estos aspectos objetivos no se modifican con discursos demagógicos, como los que vienen esparciendo los candidatos de los partidos tradicionales; los ciudadanos los conocen y saben que una vez encaramados en el gobierno seguirían con el mismo esquema que viene desarrollando Enrique Peña Nieto, con “más de lo mismo”, como dicen muy bien los ciudadanos.

     

    En nuestra entrega de la semana antepasada, en este espacio, dijimos que México se encuentra, en las elecciones que vienen, en una encrucijada, se avanza o se retrocede, esa es la disyuntiva, para los ciudadanos no hay términos medios, a ese punto se ha llegado en la crisis social que golpea a todos los sectores sociales.

    Las fuerzas progresistas y patrióticas están convencidas que se va producir un cambio de rumbo, por medio del sufragio el próximo julio. De acuerdo con lo que se viene observando, no se puede negar esta tendencia de otorgar un voto espectacularmente masivo a la opción del cambio verdadero, confirman múltiples evidencias esta clara tendencia.

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