"Acechanza"

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Tenemos que reconocer a lo largo de la historia nacional se han presentado episodios difíciles en las relaciones con nuestros vecinos del norte -omitimos mencionar una por sus resultados de triste memoria-. 

Cuando menos a partir del gobierno del Presidente Benito Juárez se ha contado con magníficos negociadores, lo que nos ha permitido salir bien librados de distintos candentes asuntos con nuestros vecinos y nos han dado fortaleza para seguir construyendo nuestra identidad nacional, que nos distingue entre las naciones civilizadas del orbe. La grandeza de nuestra nacionalidad ha sido mantenida -lo enfatizamos con orgullo- por la postura gallarda de quienes, con su inteligencia, han puesto como prioridad los intereses de los mexicanos.

En la actual coyuntura histórica del País se enfrentan riesgos serios por las presiones de Trump, que aún vive con la trasnochada Doctrina Monroe y persiste en ver a México como su traspatio. Por eso debemos darle todo nuestro apoyo al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que confiamos saldrá airoso de los lances que dirige contra nuestro País el Presidente del imperio del norte.

En la actualidad contamos con un régimen que defiende la soberanía como algo prioritario; eso a los ciudadanos -mujeres y hombres de esta patria- les da certeza. Ante las acechanzas que se presenten y pongan en riesgo nuestro devenir histórico como nación libre, debemos mantener una unidad plena y apoyar a nuestro Presidente. Tenemos por primera vez en muchos años un gobierno legítimo, a la altura de las circunstancias, que actúa con diplomacia, busca la solución política y afronta los retos con diplomacia e inteligencia.

Con la riqueza natural que se concentra en el seno de nuestro País, no se concibe la franja de pobreza tan amplia, similar en algunos casos a la que existe en los países más pobres del mundo. Lo que en México ha permitido que se expanda la pobreza a niveles tan altos es resultado de los pésimos gobiernos que se han padecido, además omisos ante las carencias sociales, corruptos hasta lo increíble, allí radica el origen de la pobreza en México.

En el momento actual que vivimos en México hay un alud de críticos contra el actual gobierno, de todos los signos ideológicos, desde la derecha pedestre hasta la ultraizquierda trasnochada, que no dan una ni atinan en sus mohínas políticas, pues carecen de objetividad y están separados del pueblo que apoya la transición a la democracia sin cortapisas. Esos críticos de todo lanzan sus reiterados denuestos contra todo planteamiento del actual gobierno, nada les gusta, todo lo denostan, con una dinámica y fervor dignos de mejor causa; esa es la actitud de esos críticos, el tiempo los va poner en la realidad y el pueblo en su lugar.

La mayoría de esos enfebrecidos críticos del momento eran aduladores del régimen pasado. Hoy, es muy obvio, que respiran por la herida de perder las canonjías que en el pasado reciente recibían a manos llenas, por eso se manifiestan con tanto encono, todo gira en torno a los privilegios que perdieron. Con la lucha a fondo que se libra contra la corrupción, ellos están perdidos, va ser muy difícil que vuelva el mundo de jauja donde vivían gracias a su pluma venal.  Todo indica que esos tiempos que encumbraba plumíferos, como dice el poema de Bécquer, “no volverán”.

Esperamos que el plan del gobierno de construir un moderno y sobrio aeropuerto en Santa Lucía, un tren maya en el sureste que atraiga turismo y conecte los dos océanos, que la mayoría del petróleo se refine en nuestro País aumentando su valor y todos esos programas de beneficio para amplios sectores sociales se concreten. La gente ha puesto grandes expectativas en el paradigma de la cuarta transformación, ese plan enorme que se ha echado a cuestas el Presidente López obrador para sacar del atraso al País.
Mientras el tiempo transcurre, el gobierno del cambio continúa marcando una ruta clara para bien de los mexicanos, los trabajadores y clases medias, ven el futuro con entusiasmo, con la certeza que un mundo mejor les espera, donde abunde el trabajo estable y la paz sea la pauta.