"Afilar la barra de hierro"

Las grandes cosas no surgen de la noche a la mañana; requieren paciencia, constancia y perseverancia. Sin esta esforzada labor es imposible lograr el objetivo deseado.

 

Se cuenta que Federico II de Prusia, conocido como Federico el Grande, el rey filósofo o el rey músico, paseaba un día frente a un viejo castillo y observó un escudo en el que varios ciervos luchaban. En el escudo estaba escrita la divisa: “El más obstinado, vence”. Al leerla, comentó: “Ése es todo el secreto del éxito”.

 

A Li Bai, catalogado como el poeta inmortal y el mayor poeta romántico de la dinastía Tang, no le gustaba leer cuando era pequeño y se escabullía de casa para jugar. Un buen día se encontró a una anciana que trataba de afilar una barra de hierro con una piedra. Extrañado, le preguntó: “Abuelita, ¿qué es lo que hace ahí?”

 

La anciana continuó concentrada en su labor, y sin voltear a verlo contestó: “Deseo convertir esta barra de hierro en una aguja para coser”.

 

Más extrañado aún, Li Bai volvió a preguntar: “Esa barra de hierro es muy gruesa, ¿cómo podría afilarse hasta convertirse en una aguja para coser?”

 

La anciana respondió: “Hoy la afilaré, mañana la afilaré, entre más la afile más delgada se hará, al final sólo tenemos un día para poder convertir esta barra de hierro en una aguja para coser, sólo es cuestión de tiempo”.

 

Li Bai escuchó atentamente las sabias palabras de la anciana y comentó para sí: “De acuerdo, las cosas deben hacerse siempre con perseverancia, a fin de que pueda hacerse un buen trabajo”.

 

A partir de aquel fortuito encuentro, Li Bai se esforzó en sus estudios y se convirtió en un refinado y reconocido poeta.

 

¿Afilo tenazmente la barra de hierro?

 

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@rodolfodiazf