"AMLO vs. 4-T"

Presión extrajera como condición del T-MEC, convicción propia, o una mezcla, el hecho es que por amplísima mayoría Los diputados aprobaron una reforma laboral histórica. Con ella tendríamos motivos suficientes para una inyección de optimismo, eso si la propia gestión no la entierra.

El eje es la defensa del trabajador para elegir a sus representantes de forma libre, secreta y directa con lo cual se cercena la vergonzosa injerencia de los patrones para tener líderes a modo. Además, se obliga a las dirigencias sindicales a rendir cuentas, con ello se acaba con una especie de ciudadanía de segunda, pues los sindicatos evadían ese derecho de cualquier ciudadano. Seguramente habrá molestias de ciertos empresarios, pero a la larga la transparencia sindical es una reivindicación de dignidad ciudadana postergada para millones. Pero hay más.

Las juntas de Conciliación y Arbitraje se convirtieron en madrigueras de la extorsión tanto a trabajadores como a patrones, un negocio redondo, ejemplo notabilísimo de la corrupción cotidiana que afecta a los mexicanos. Por fin, como se había reclamado desde hace décadas, se crearán auténticos tribunales laborales dependientes del Poder Judicial. Parte de la debilidad del estado de derecho en México se explica por las múltiples ramas de legalidad que dieron pie a los llamados Tribunales Especiales. Fueron amputaciones. Lo electoral, hasta hace muy poco, derivaba en jueces que no lo eran del todo; lo agrario, que debería ser visto como parte de derecho civil, sigue en esa misma suerte con la consiguiente deformación. Difícil explicar a un extranjero que la sucesión de una propiedad agraria no la lleva un juez civil. Son derechos civiles pero administrados por una dependencia del Ejecutivo. Y qué decir del derecho administrativo que siguió el mismo derrotero.

Hay una clara relación inversamente proporcional, entre menos jueces y magistrados de pleno derecho existan para el tratamiento de los asuntos ciudadanos, con más brazos cuenta un Ejecutivo Federal, que llegó a momentos de gigantismo y monstruosidad. Por eso la reforma laboral entusiasma, es una transformación de la forma de convivencia de los mexicanos. Falta la sub contratación, pero ya está agendada. Si se implementa bien enterraremos un área de vergüenza de la vida pública. Hay otras noticias que también alientan, ante el fracaso de las políticas de seguridad, la Guardia Nacional puede resultar un eficaz puente mientras se soluciona el problema de fondo que es la dispersión, debilidad, falta de profesionalismo de las policías municipales y estatales. Los mandos designados parecieran adecuados para el enorme reto. Es una apuesta de la actual gestión que todos queremos que fructifique hasta que llegue el momento en que el apoyo militar se vuelva prescindible.

Qué duda cabe, hay áreas de la administración que miran lejos. La propuesta del subsecretario Arturo Herrera de reinstalar la tenencia para incrementar la recaudación estatal es acertada. Ese impuesto es fácilmente controlable, los números muestran su potencial recaudador, es adecuada desde la perspectiva medio ambiental y, quizá lo más relevante, es un impuesto progresivo, que combate la desigualdad. El subsecretario señaló además uno de los mayores rezagos de nuestro sistema impositivo: la brutal debilidad del impuesto predial. Se trata de un impuesto madre, también progresivo, con un causante fácilmente identificable. En los países de la OCDE va de 3 a 5 puntos del PIB. En México no llega al .5 por ciento. Ese impuesto, tal y como lo establece al artículo 115 constitucional, debe ir directamente a acciones municipales entre las cuales está la seguridad. Hay un claro círculo vicioso: predial bajo, policías locales débiles.

En esas estamos, con noticias de fondo esperanzadoras, que merecen espacio de reflexión, cuando el torbellino presidencial matutino lo agita todo sembrando encono y confusión. Ojalá AMLO respetara más la 4T.

frheroles@prodigy.net.mx