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"Para chicas de hoy"

"Angelina Zamudio"

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    En los talleres que imparto para chicas adolescentes, vemos la participación de la mujer en la historia de la humanidad, desde la época de las cavernas en las que ellas pintaban las cuevas, recolectaban los frutos y eran las diosas de la fertilidad, hasta la llegada del patriarcado en que las niñas y mujeres no tenían derecho de asistir a la escuela. Revisamos los primeros empleos pagados, los cuales eran de servicio a los demás. Hablamos de Olympe de Gouges y el logro del voto de las mujeres en el mundo. De tarea les dejo que busquen biografías como la de Juana de Arco, Sor Juana Inés de la Cruz o Rosa Park, con la finalidad de que puedan constatar cómo ser mujer en otros tiempos, no era como lo es hoy para ellas. No pueden faltar en este taller, Ana Frank, Malala y nuestro orgullo sinaloense, Rosario Espinoza.

    Por ello, les quiero compartir que tengo en mi mesa de leer dos libros encantadores: Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes de Elena Favilli  Francesca Cavallo, en su versión en español; y otro en inglés, Bad girls throughout history (Chicas malas en toda la historia), de Ann Shen. Cada uno trae cien reseñas biográficas de  mujeres que rompieron los esquemas de sus épocas y de la nuestra.

    Estos libros son para decirles a las niñas que no solamente existen las princesas salvadas por el príncipe, sino que ellas mismas pueden soñar en grande y lograr lo que sueñan, por lo que sería ideal que los comparan para leerlos en compañía de sus hijas y también de sus hijos, pues ellos también necesitan saber cómo ha sido difícil el camino para muchas mujeres que nos precedieron.

    Así, ellas conocerán a astrónomas, ciclistas, bailarinas, deportistas, inventoras, escritoras, diseñadoras de moda, heroínas de guerra, defensoras de la libertad, ¡piratas!, navegantes, astronautas, presidentas, reinas, tatuadoras, cantantes de rock, modelos, activistas, exploradoras, y toda una gama de historias de éxito que puedan inspirarlas.

    Además, ambos libros están bellamente ilustrados con la imagen de cada personaje. Me hubiera encantado que hubiera habido de estos libros cuando Ana Julia, mi hija mayor me preguntó en el kínder ¿Mamá, hay Niñas Héroas?, o en mi infancia, cuando frecuentemente me preguntaba por qué no había mujeres científicas o astronautas, ya que no escuchaba ningún nombre femenino. Fue hasta en la secundaria, con la tabla periódica, que conocí el nombre de Marie Curie.

    Afortunadamente, hoy podemos leer estos libros a nuestras hijas e hijos y, por qué no, aprender nosotras mismas de la historia de nuestras antecesoras, ya que como dijo Virginia Woolf: “Yo me aventuraría a pensar que Anónimo, quien escribiera tantos poemas sin firmarlos, fue a menudo una mujer.”

    Para reflexionar: ¿Qué tanto conozco de la historia de las mujeres?zamudioangelina@yahoo.com.mx

     

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