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"ALDEA 21"

"Comunicación y gobierno: el oficio de gobernar"

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ALDEA 21

    Uno de las dificultades que mayores problemas les ha generado a los gobierno de Morena en Sinaloa ha sido la falta de comprensión sobre el significado de la comunicación en su sentido amplio y diverso cuando se es un representante ciudadano y la importancia que cobra cuando se conduce a un gobierno municipal. Los casos más notables se presentan en los municipios de Ahome, Mazatlán y Culiacán, siendo este último la más polémica y desafortunada por la difícil y necia personalidad del edil Jesús Estrada Ferreiro, quien en vez de ir mejorando su relación con los medios de comunicación, todo parece indicar que cada vez abre más frente de batalla.
    A la llegada de las nuevas administraciones en estos tres municipios, el trato con los medios inició de formas muy desatinada por la manera en la que los alcaldes se relacionaban con periodistas y medios de comunicación. Al inicio se pensó que tal situación se debía a la falta de experiencia y oficio como servidores públicos, lo que explicaba la falta de pericia en el manejo y dominio de una responsabilidad pública. Se entendió también que se podía suponer que ellos habrían de entender que no es lo mismo ser oposición a ser gobierno.
    Sin embargo, a pesar de que ya transcurrieron más de 10 meses de haber iniciado sus gobiernos, no ha sido tiempo suficiente para que los alcaldes de estos municipios logren concebir y asimilar la importancia de la comunicación en un gobierno; se actúa, en el caso particular de Culiacán, desde una visión reducida y subjetiva de lo que debe ser una comunicación entre sociedad y gobierno, a una especie de concepción muy personal de la comunicación y sus propósitos para construir acuerdos y consensos en las decisiones que son de interés colectivo.
    La comunicación en un gobierno, se divide en tres áreas substanciales:
    Comunicación interna o comunicación organizacional: Entendida como la acción de establecer canales de comunicación al interior de las diversas áreas de la administración municipal que sirven fundamentalmente para coordinar y concurrir en un mismo propósito, regularmente trazado en los planes municipales de desarrollo.
    Comunicación social o gubernamental: Aquella que ayuda a los gobiernos a mostrar y justificar las acciones llevadas a cabo y que en muchas ocasiones, son discutidas por la ciudadanía. Esta comunicación propicia consensos entre los sectores sociales, deja de lado intereses particulares, de partidos y personajes políticos para centrarse en la gestión y administración pública que resuelve asuntos de beneficio común, crea lazos con las organizaciones sociales y fomenta la participación ciudadana.
    Comunicación para los medios o estrategia de medios: Como la tarea indispensable para cualquier institución de gobierno, necesaria para mantener informada a la ciudadanía sobre su gestión. Para algunos estudiosos de la comunicación, como Edgar Tello Vaca, todo gobierno que se pretenda legítimo y democrático debe ser "visible" ante sus gobernados, debe establecer una relación directa de intercambio de información y de opiniones que haga posible que todo ciudadano extienda su mirada y su atención a los asuntos que le conciernen, participando en la toma de decisiones.
    En suma, cada gobierno o cada titular de gobierno, debe tener muy en claro los diferentes ámbito en los que se desarrolla la comunicación, con el propósito de atenderla y lograr una relación de lo más armoniosa posible, es decir, implementar de la mejor manera los diferentes medios que les permita constituir como premisa moral la buena relación entre gobierno-sociedad-medios de comunicación. Es decir, como afirma Tello Vaca: entender a la comunicación, no sólo como un mero instrumento de control, sino una relación de comunicación que tenga como condición primordial entender y atender las necesidades y alternativas que requieren los gobernados para su pleno desarrollo, así como para crear espacios que fortalezcan y dignifiquen la convivencia política, social y democrática.
    Es por ello que también se considera a la comunicación en los gobiernos, como una práctica permanente y un valor ético que norma la acción de las instituciones públicas y regula al mismo tiempo el logro de las metas y propósitos planteados en la gestión gubernamental. Quien no comprende estos propósitos de la comunicación, se pone en el riesgo de perder continuamente la cordura en su relación con los medios de comunicación y desperdicia oportunidades para bien gobernar, puesto que se gobierna para las personas no para criterios personales.
    Hasta aquí mi opinión, lo espero en este mismo espacio el próximo viernes.


    vraldapa@gmail.com
    @vraldapa

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