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"Opinión"

"Confesión de López Obrador"

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20/06/2018

    Fernando A. Orrantia

    Noroeste publicó ayer una crónica de la reciente visita a Culiacán de López Obrador (AMLO), quien reconoció implícitamente que perdió la elección de hace seis años y sabemos sin lugar a duda que también perdió la primera vez que fue candidato a Presidente de México, hace ya 12 años. Sin embargo, hace 12 años mantuvo cerrada a la circulación una gran parte del Paseo de la Reforma, alegando que le habían robado el triunfo electoral, lo cual nunca probó y en cambio, produjo un caos vial diario en una importante zona de la capital.
     
    Esa confesión involuntaria de su mala fe revela claramente la personalidad de AMLO. El engaño, la mentira y la publicidad sin fundamento son parte de su personalidad, aunque debe decirse que es también una conducta usual entre los políticos no solo de México sino de todo el mundo. 
     
    Pretender engañar a los electores aumentando las supuestas cualidades de un candidato, es una conducta común entre los políticos de todo el mundo, pero afirmar lo que se puede demostrar como falso es un error doble para quien lo comete. Lamentablemente nuestros políticos mexicanos incurren con mucha frecuencia no solo en crear cualidades que no existen, sino también en la mentira comprobable, lo que revelar muy poco respeto por los ciudadanos electores.
     
    En todo el mundo los políticos en campaña electoral aumentan sus cualidades y reducen o esconden sus defectos. La exageración moderada es una regla general en la actividad política, pero también existe una regla implícita importante: el maquillaje o adorno de los hechos no debe incurrir en la mentira. En México estamos empezando a crear reglas de la política que antes no teníamos porque era evidente que nuestra democracia era simulada. Los ciudadanos acudíamos a votar, pero sabíamos que el recuento de los votos emitidos sería alterado por quienes debían realizar esa importante labor. Sinaloa no fue una excepción. La única elección en la cual participábamos con interés era la selección de los candidatos del PRI a las presidencias municipales, por su cercanía con las obras públicas necesarias y porque conocíamos a los candidatos. Las cosas han cambiado, pero sin duda la elección de los alcaldes sigue siendo muy importante para los ciudadanos en nuestro estado. Tal vez porque la designación del candidato del PRI y su aliado el partido Verde durante muchos años fue la fórmula política ganadora, no solo por el apoyo de esos dos partidos políticos, sino porque generalmente los candidatos a Alcalde son más conocidos por los electores.
     
    Sin embargo, es necesario que los integrantes de los ayuntamientos de Sinaloa sean elegidos y votados uno por uno, para dar a esas elecciones un carácter más cercano a la voluntad de los ciudadanos. Como un truco muy del pasado, la elección de los alcaldes y regidores en Sinaloa se sigue haciendo sin tomar en cuenta la voluntad de los ciudadanos, quienes deben votar por una planilla de todos los integrantes propuestos por cada partido, cuando se debería votar para elegir a cada uno de los integrantes del Cabildo o Ayuntamiento que cada partido propone, porque ellos son los políticos que más interesan a los ciudadanos. 
     
    Introducir este sistema en Sinaloa sería un gran adelanto democrático que debemos exigir los sinaloenses. En todo el mundo, los integrantes de los ayuntamientos o cabildos municipales o locales se eligen uno por uno y de ese modo se forma una relación importante entre los electores y los elegidos. Cada miembro del Ayuntamiento debe ser votado por separado y por supuesto, los distintos partidos políticos deben proponer a un candidato por cada integrante del Ayuntamiento.
     
    Por supuesto, la elección individual de los integrantes de los ayuntamientos debe ser complementada con una vigilancia por medio de auditorías frecuentes que informen a los ciudadanos mediante la publicación del resultado de todas las revisiones contables que impidan el mal uso que se hace todavía en los municipios de nuestro estado y de casi todo el país. Todas las sesiones de los ayuntamientos deben ser públicas, porque si los ciudadanos de un municipio no pueden enterarse de lo que deben votar los integrantes del Cabildo, se destruye todo interés en exigir honestidad y buenas intenciones.
     
    Los mexicanos nos interesamos en las elecciones presidenciales y así debe ser, pero no debemos olvidar que cada Ayuntamiento es autónomo y decide el uso del dinero que cada municipio recibe de los ciudadanos. Nos falta mucho por revisar, por mejorar y por proteger el dinero de los ciudadanos.

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