"¿De qué lado de la historia estás tú?"

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@Aless_SaLo

Perdido entre Austria, Hungría, Rumania y Bulgaria y con una población total que haría reír a la Ciudad de México, Croacia no es uno de esos países sobre los cuales escuchamos mucho. Sin embargo, gracias a su excelente desempeño en el Mundial de Futbol, recientemente ha estado en la boca de todos. En las últimas horas, miles de notas se han escrito sobre las múltiples consecuencias de este campeonato, pero las más interesantes, por lo inesperadas que resultaron, fueron aquellas sobre la Presidenta del país, Kolinda Grabar-Kitarovic.

Se habló de lo entusiasta que se veía; se le aplaudió por viajar a Rusia en clase turista, por renunciar al sueldo que recibe como líder mientras apoyaba a su selección y se alabó su humildad al inicialmente ver el partido final desde los stands y no desde el palco VIP. Se mencionó que es la primera Presidente mujer de Croacia, y también la más joven de la historia. Durante un rato, Grabar-Kitarovic disfrutó de la atención internacional que la miraba con agrado; eso hasta que se empezó a correr la voz sobre su posible simpatía hacia los nazis.

Resulta y resalta que esta mujer, que algunos medios consideraron tan carismática como para “robar corazones” y otros la titularon “la Presidente más atractiva”, posó en 2016 con la bandera del régimen Ustacha, la organización terrorista basada en el racismo religioso croata que durante la Segunda Guerra Mundial se alió al nazismo y asesinó a miles de serbios, judíos y resistentes. Así mismo, causó controversia al hacer comentarios semi-fascistas mientras visitaba Argentina a principios de este año y cerró las fronteras a refugiados sirios.

Aunque no está 100 por ciento claro cuál es la ideología política de Grabar-Kitarovic (ya que es miembro de un partido conservador y está en contra del matrimonio homosexual pero promulgó una ley para garantizar los derechos de las parejas del mismo sexo y está a favor del aborto legal y seguro), lo que es certero después de ver aumentar su popularidad en el Mundial es que las apariencias engañan.

Es muy sencillo caer a los pies de una figura pública, se trate de un político o no, si saben ganarse  a su público (es justo lo que hicieron Barack Obama, y francamente, López Obrador). Y aunque es tedioso y en ocasiones aburrido leer entre líneas en el historial de cada personaje importante que encontremos a lo largo del camino (de este recorrido que llamamos vida), es el deber de un buen periodista asegurarse de que su lector tiene toda la información que necesita para poder formarse una opinión bien argumentada.

¿Es Grabar-Kitarovic una buena Presidenta?, y aún más importante, ¿es una buena persona? ¿acaso puedes ser una buena persona si no estás totalmente en contra de una organización terrorista?, ¿importa o no ser una buena persona, o hay cualidades de mayor valor?

Como no se todo lo que se debe saber sobre la Presidenta, no puedo contestar esta pregunta y ponerla bajo un filtro en blanco y negro. Pero si algo he aprendido en el último año, mientras veo mis opiniones políticas fortalecerse y mi capacidad para lidiar con gente ignorante reducirse, es que este es el momento para definir quiénes somos y en qué creemos.

Desde la Segunda Guerra Mundial, la humanidad no se ha enfrentado a un conflicto global en el que todos tengamos que escoger de qué lado de la historia estamos. Pero pronto tendremos que hacerlo. Algunos analistas consideran que Croacia representa la ideología fascista emergente de Europa y que la victoria de Francia simula también una victoria para la diversidad y la migración. Otros piensan que son tonterías. Sea como sea, es hora de escoger. ¿de qué lado de la historia estás tú?