"¿De qué ríen Quirino y El Químico?"

El paso que no da Estrada Ferreiro

 

 

 

A diferencia del complicado egoísmo de Jesús Estrada Ferreiro, que va que vuela a convertirse en el “Chenel” Valenzuela de Culiacán, el químico Luis Guillermo Benítez Torres, próximo Alcalde de Mazatlán, puso la muestra el sábado en cuanto a que ejercer el gobierno va más allá de alucinaciones autoritarias y aspavientos de izquierdismo extremista.

 

Al reunirse con el Gobernador Quirino Ordaz Coppel, Benítez pone la gobernabilidad de Mazatlán por encima de la confrontación y refrenda al municipio sureño como el matraz ideal para ensayar un régimen de mediaciones entre la izquierda como esperanza emergente y el priismo con el castigo popular que lo insta a virar hacia el mandato de la gente. 

 

Ordaz Coppel y Benítez Torres no proponen el cogobierno porque este es potestad de la sociedad. Solo se puede cogobernar con los ciudadanos y lo que deba haber entre los dos niveles, el Estatal y Municipal, es coordinación en vez de subordinación. Compartir el mando no es opción, ejercerlo según las atribuciones constitucionales de cada orden, es el ideal. 

 

Con Fernando Pucheta como Alcalde predominó lo estatal sobre lo local. Al ser del mismo partido y compartir la vecindad, la investidura de Gobernador dominó por encima de la del Edil, concesión convenenciera para ambos pero sobre todo para los mazatlecos que ven que la ciudad se desarrolla como pocas veces en la historia.

 

Sin embargo, es sostenible la conjetura de que para los gobernadores del PRI ha sido políticamente más cómodo lidiar con presidentes municipales de oposición que con los de su mismo partido. En algún momento Quirino Ordaz debió sentirse avergonzado del modo en que Pucheta desempeñó el cargo, con la correspondiente cuota de desprestigio que le tocó.

 

A esta tesis aporta el encuentro sostenido el 20 de octubre en Mazatlán, donde a los dos se les ve satisfechos del tono del acercamiento, sin conocer a profundidad de qué hablaron y de qué rieron. Fue un contacto cordial, sin duda, porque nadie sonríe a las cámaras después de que el interlocutor le ha declarado la guerra.

 

Hasta ese día cada cual había jugado en su respectiva cancha: Quirino con guiños de cordialidad hacia los alcaldes electos de filiación morenista, y Benítez mostrando opinión sobre asuntos como la concesión del estadio Teodoro Mariscal, la construcción del nuevo acuario o la repavimentación del paseo Olas Altas, posicionándose como factor de decisión.

 

A bastantes morenistas les intrigó ver juntos al Gobernador y al Alcalde electo. Quisieran verlos peleándose a patadas y denostándose entre ellos en la arcaica concepción de los puros y los infectos. Pobre de Mazatlán, mejor dicho de los mazatlecos, si la izquierda radical bombardea los puentes de la interlocución legítima entre niveles de gobierno.

 

Por lo pronto el químico Benítez va un paso más adelante que Estrada Ferreiro que rendirá protesta en una semana como Alcalde de Culiacán. Atorado en reyertas verbales con cuanto sector existe, el abogado metido a político sí debe traer la ley en una mano pero la biblia en la otra para desalojar los demonios que lo habitan.

 

Los alcaldes, del partido que sean, y el Gobernador con la pesada cruz del priismo, se necesitan entre sí para enfrentar flagelos como la corrupción, inseguridad, pobreza y opacidad. Ir en forma dividida a luchar contra esos azotes equivale a las mismas derrotas largamente anunciadas. El relámpago avisa de tormenta y quien no le ve, se ahoga. 

 

Re-verso

Del Gobernador y del Químico,

Solo una cosa interesa,

Para tal estado anímico,

Debió estar buena la cerveza.

 

Tiburón a la vista

Aunque desalojaron para marchar hacia la Ciudad de México, el tenso y prolongado plantón realizado por campesinos en las oficinas de la Comisión Nacional de Pesca, en Mazatlán, en demanda de permisos para poder explotar el recurso marino, da una idea del tamaño del conflicto pesquero y de la voluntad mediadora que deberá tener quien presida la Conapesca en el gobierno de López Obrador. A los tiburones no se les puede combatir con charales. ¿Intimida el “paquete” a Raúl Elenes Angulo?