"Dos prospectos para SePesca"

 

La gran carga echada al mar

 

 

Alguien de nombre Eduardo Ortiz había venido a Sinaloa para conocer en coordinación con organismos pesqueros del sector social y privado la problemática de esta actividad económica y por lo tanto ya se le identificaba como posible Secretario de Pesca, en caso de que Andrés Manuel López Obrador gane la elección presidencial.

 

Se había trabajado con él en cambiar la percepción burocrática que considera infinita la bonanza del mar y da por sentado que los que se dedican a explotar las especies de escama y crustáceos acumulan riqueza inagotable. Todavía hay quienes creen que en Sinaloa hay un Leovi Carranza por cada industrial pesquero.

 

Sin embargo, destanteó el hecho de que López Obrador diera a conocer en Culiacán que Raúl Elenes Angulo, actual dirigente estatal del Movimiento Regeneración Nacional, estará al frente de las políticas públicas de esta rama de la economía nacional, pues se daba por definido que sería Eduardo Ortiz el responsable del área y quien ya registra avances en el contacto con quienes explotan el recurso pesquero.

 

Aunque reconocen a cualquiera de los dos como buenos prospectos, tal vez se trate de un traslape discursivo del candidato de la coalición Juntos haremos historia y lo que quiso decir es que sostiene a Ortiz como Secretario de Pesca y Elenes será Comisionado Nacional de Pesca. En eso no ven problemas los directamente involucrados en el tema.

 

A los pescadores del sector social y privado más que el nombre del que ocupará el cargo una vez que se determine quién gana la elección presidencial, y en su caso sea restituida la Secretaría de Pesca, lo que les preocupa es que se establezcan las acciones federales para regresarle a esta actividad la posición estratégica en materia alimentaria.

 

Con el desmantelamiento de la SePesca en el gobierno de Vicente Fox se agudizó también la crisis pesquera en el País, no sólo por la pérdida de la instancia que poseía gran capacidad resolutiva en el área sino por el desdén que sobrevino para miles de familias ligadas al mar como única fuente de ingresos.

 

Al mar se le comenzó a echar la pesada carga de generarle empleos a las empobrecidas familias de las comunidades costeras, multiplicando el esfuerzo pesquero en las agotadas zonas ribereñas y de altamar diezmadas también por altos costos para insumos como el diesel marino y la incursión de grupos armados en asaltos a embarcaciones.

 

Muchos de los problemas sociales ligados a la pobreza han sido arrojados a los esteros y bahías como si allí estuvieran todas las soluciones. Al contrario de hallar remedios, se agudizaron los conflictos debido a mala planeación y el abandono a un sector que debería considerarse como estratégico en las políticas alimentarias de México.

 

Y va de mal en peor la pesca. Si desde Fox pasó a último nivel de prioridad con la eliminación de la Secretaría del ramo, en el gobierno de Enrique Peña Nieto se procedió a entregar permisos a campesinos cenecistas para que se sumen a exprimir una actividad productiva que llegó a su máximo nivel de explotación.

 

Esto es lo que preocupa al sector pesca. De si será Elenes u Ortiz el que dirija la dependencia federal, a ambos los consideran buenos prospectos por el conocimiento y disposición que muestran para enfrentar el reto de ponerle orden y regresarle la productividad al mar y sus usufructuarios.

 

Re-verso

Quien resulte beneficiado,

Dos cosas debe recordar:

El camarón no es colorado,

Ni el robalo incita a robar.

 

Carnada política

Sergio Torres Félix, Secretario de Pesca del Gobierno del Estado, es la muestra más actual y contundente de que al politizarse este cargo público se le reducen las oportunidades al sector para remontar los graves rezagos que lo devastan. Los productores son vistos como carnada lanzada a los tiburones del poder y dejan de ser posibilidades de progreso.