"El futuro de México"

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Estimado Lector, de vuelta a la realidad. Hace tan solo una semana estaba usted descansando (espero que en algún bello lugar) y ahora ya de nuevo al día a día. En mi caso afortunadamente pude visitar una de las bellas playas con las que cuenta nuestro Estado, donde se podía apreciar a simple vista que la gente lo pasaba felizmente.

 

Le comento pues que en el hotel en el que estuve organizan actividades para niños y adultos (algún día ganaré en el bingo, ¡Lo prometo!) y dos de mis hijos y un sobrino decidieron participar en una de ellas, “el concurso de recoger pelotas” (popetas diría mi hijo menor) y cuya dinámica era juntar la mayor cantidad de pelotas de la alberca y echarlas a la cesta en la orilla que le correspondía a cada uno de los niños, al final el niño que recolectara la mayor cantidad de pelotas ganaba, bastante simple pero divertido. Estuve presente en las tres participaciones de mi familia y llamó mi atención que en cada categoría el ganador o ganadora resultó así, porque algún familiar adulto le ayudó en la recolección, también noté que en dos de los tres casos el niño tuvo como primera reacción el decirle a dicho familiar que no le ayudara, ya que “era trampa”, a lo que le respondían que no perdiera tiempo y siguiera juntando pelotas. 

 

“Es un juego”, “qué exagerado”, “son niños” se podría decir, pero justamente porque es un juego y son niños es que es necesario que inculquemos y reforcemos el acatamiento de las reglas, el valor del esfuerzo propio e incluso el que en ocasiones por mucho empeño que pongamos no siempre saldremos victoriosos. En esta ocasión he tenido que platicar con mi hija mayor (quien a su no tan corta edad pudo percatarse de la situación) para calmar su frustración al ver que la niña ganadora fue ayudada por sus hermanas grandes y explicarle que en ocasiones la gente hace trampa para ganar, pero al final los tramposos siempre pierden. Para ser franco mi hija me miró como diciendo “Mi papá no entiende nada”.

 

Al final cada padre/madre decide cómo educar mejor a sus hijos y aunque es cierto que nadie nace sabiendo, sí necesitamos como sociedad poner más atención en el ejemplo que estamos dando a nuestros niños, ya que inconscientemente estamos inculcando que está bien ser deshonesto para tratar de minimizar el esfuerzo, lo que me lleva a lo siguiente, ¿conoce usted el Acuerdo Educativo número 11/03/19?

 

Le comento brevemente, este acuerdo establece un nuevo marco normativo para la evaluación de los alumnos de educación básica, en el caso de nivel preescolar no se calificará de manera numérica sino mediante observaciones y sugerencias. Para primaria las calificaciones serán con valores numéricos del 5 al 10, siendo 5 una calificación reprobatoria y de 6 en adelante aprobatoria, pero en primer y segundo grado de primaria no puede haber calificación reprobatoria solamente aprobatoria, ¿está de acuerdo? ¿Le parece correcto?

 

El Secretario de Educación Pública Esteban Moctezuma Barragán defiende estos nuevos criterios y señala que: “No se trata de una medida digamos para hacer la educación algo laxo, se trata de pensar muy profundamente en las niñas y niños. Imagínense ustedes si no es ridículo reprobar a un niño porque tiene faltas de asistencia en preescolar ahí deberíamos reprobar a los papás, la mera verdad, a las mamás que no los llevan, pero no a los niños, no es una medida a la ligera es una medida profunda...”

 

Total, en primero y segundo año de primaria se enseña a leer y escribir, ni que fuera algo básico...

 

PD 1. Se acuerda del combate al “huachicol”, pues de acuerdo a Pemex aumentaron un 28 por ciento las tomas clandestinas durante el primer bimestre de este año en comparación al primer bimestre del año pasado, pero tranquilos nuestro estado pasó de 204 perforaciones ilegales a solo ocho.