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"ÁMBITO"

"El mensaje"

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    magco7@hotmail.com

     

    En el ámbito internacional el nombre de México cobra actualmente resonancia en torno al caso del General Salvador Cienfuegos Zepeda, quien fue Secretario de la Defensa Nacional durante el sexenio anterior, y actualmente es enjuiciado en Estados Unidos, acusado de proteger al narcotráfico y lavar dinero de procedencia ilícita.

    El cuestionable hecho de que la investigación y detención del militar retirado hayan sido consumadas evidentemente en forma unilateral por las autoridades estadounidenses, es un tema que permanecía sin una respuesta clara y concreta por parte del Gobierno de la Cuarta Transformación. Sin embargo, no todo es denigrante por cuanto a la imagen de nuestro País ante el mundo, aun cuando la difusión de la faceta restauradora haya quedado un tanto eclipsada.

    Algo deben haber tomado en cuenta quienes votaron para que Arturo Herrera Gutiérrez, Secretario de Hacienda y Crédito Público, fuera recientemente electo presidente de la Junta de Gobernadores del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, cargo con vigencia anual que desde 1956, entonces en la persona de Antonio Carrillo Flores, no había ejercido algún otro funcionario mexicano.

    Esta elección, que será ratificada el 4 de noviembre próximo por la referida Junta de Gobierno, otorga a México la representación titular de un organismo que integran los responsables del área financiera o los gobernadores de los bancos centrales de 189 países y, con tal carácter, Herrera Gutiérrez presidirá en 2021 las reuniones que el FMI y el BM sostendrán en Washington, durante la primavera, y en Marrakech, Marruecos, en octubre.

    Durante las reuniones que previamente a su nominación sostuvo con los dirigentes Kristalina Georgieva, del FMI, y David Malpass, del Banco Mundial, el funcionario mexicano definió su entendimiento en el sentido de que “esta crisis es causada por un virus, y por tanto se requiere de una línea de defensa económica centrada en la parte sanitaria, particularmente en la temprana adquisición de la vacuna cuando esté disponible, y en una ruta de aplicación inteligente”.

    Esa propuesta esencial pudo haber sido uno de los factores de convencimiento para quienes contemplaron en el Secretario Herrera Gutiérrez una selección atinada entre 189 opciones para presidir la Junta de Gobierno de los dos organismos cupulares de las finanzas en el mundo, toda vez que establecer el aspecto sanitario contra la pandemia de Covid-19 como la prioridad central para el tratamiento económico es índice de una visión congruente con la realidad actual.

    El caso de Herrera Gutiérrez podría relacionarse con el refrán que reza “candil de la calle y obscuridad en la casa”, pues ante los demás países destacará como el titular del máximo organismo financiero mundial, mientras que en México, pese a la importancia de su investidura, ha mantenido una presencia que podría parecer de bajo perfil, y desde la cual ha recibido más críticas que reconocimiento, aunque de sobra se percibe que él está soportando y tolerando la carga negativa de decisiones y ocurrencias que no han sido estrictamente suyas, como podría suceder ahora con la miscelánea fiscal y la eliminación de 109 fideicomisos.

    En el ámbito nacional esta semana inició con las sorpresivas jornadas electorales de Coahuila e Hidalgo, cuyos resultados podrían ser augurio de un creciente contexto a manifestarse en las elecciones del 2021. Por lo pronto se presenta un campanazo de alarma para el Movimiento de Regeneración Nacional, cuyos miembros decisorios tendrán que ocuparse en estructurar un partido formal, con agenda autónoma, y capaz de superar la inercia en que navega como conglomerado incondicional del Presidente López Obrador.

    Los morenistas arrasaron en el 2018, como masa integral de una promesa que atizó la esperanza de un cambio para nuestro país, pero lo del domingo acusa que sin la presencia del hoy Presidente de la República en las boletas electorales la propuesta de Morena, como partido político, tiende a disiparse. Por lo pronto las elecciones de Coahuila e Hidalgo quedan como una aleccionadora advertencia, y también a Andrés Manuel López Obrador le han dejado un mensaje.

     

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