"El recurso del miedo"

Editorial

Donald Trump, Presidente de Estados Unidos, se encuentra en campaña y ha vuelto a enarbolar la bandera que más le gusta: la del miedo.

Incapaz de presentar alguna idea creativa que permita resolver el problema de la migración, amenaza con deportar a más de un millón de personas que se encuentran de manera irregular en Estados Unidos.
En realidad, los migrantes ilegales en el vecino país del norte son muchos más, se calcula una cifra de 11 millones de personas viviendo sin permiso entre los estadounidenses, unos números que incluso se consideran conservadores.
La mayoría de estos migrantes se encuentran trabajando en esos empleos que nadie quiere en los países ricos, millones de personas sacan adelante el País más poderoso del mundo, sin que nadie sepa sus nombres ni conozca su rostro.
Pues en contra de esa multitud fantasma se lanza Trump, ávido de reconocimiento y sobre todo conocedor de los miedos, no de los ilegales, sino de los propios estadounidenses.
En épocas de crisis, donde un empleo significa el pan que se llevará la familia a la boca, perderlo significa todo para millones de estadounidenses, así que Trump azuza los temores de la población, para después aparecer como el gran salvador.
Ayer comenzaron las redadas, aunque con un perfil mucho más bajo de lo que había anunciado Trump, cumpliendo con una de sus peores amenazas.
El problema es que la campaña de reelección de Trump apenas comienza, lo que nos dice que vamos a ser testigos de una serie de abusos durante meses, mientras despliega todo su poderío como Presidente para conseguir impresionar a los votantes.
El problema es que no se trata solo de Trump, finalmente el empresario simplemente está explotando una mina de descontento y temor que recorre Estados Unidos y el mundo, y que termina dañando a los más indefensos, como casi siempre.