Editorial
El coronavirus o virus de Wuhan avanza de manera implacable, ningún País ha encontrado manera de contenerlo y amenaza con propagarse a todo el mundo, acaso gran parte de África y Latinoamérica se han mantenido a salvo.
Sin embargo, ayer se dio a conocer la noticia de que un ciudadano brasileño contrajo el virus durante una visita a Italia, y España reconoció que el virus se pasea por su territorio sin que sean capaces de detectarlo hasta que ya se ha propagado.
Actualmente se calcula que hay más de 80 mil personas en el mundo con el virus, el problema es que el virus es indetectable hasta que las personas infectadas comienzan a presentar síntomas.
La mayoría de los países que se han visto afectados por el virus, después de que salió de China, son los países desarrollados, conectados al gigante asiático por cientos de aviones que transportan día a día a miles de personas.
Irónicamente los países menos desarrollados son los que menos han recibido el virus, debido a su escasa conexión aérea con el resto de los países.
Sin embargo, se teme que en cuanto llegue el virus a estos países la propagación sea mucho más rápida, debido a sus sistemas de salud más endebles.
A pesar de las alertas mundiales y la movilización de los sistemas de salud en todos los países, se sabe poco del coronavirus. Se cree que se transmite de manera similar a la gripe, de ahí que se recomienden las mascarillas para tratar de impedir su propagación.
Se recomienda mucha higiene y poner especial cuidado en los adultos mayores, los más vulnerables a los efectos mortales del virus.
Pero quizá lo más importantes sería escuchar a nuestras autoridades trabajando en algún plan de contingencia, que hasta ahorita no se ha escuchado. Esperemos que no quieran ponerse a trabajar cuando el virus ya recorra nuestras calles.
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