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"OBSERVATORIO"

"En el campo se marchita la esperanza. Del surco al pavimento, el éxodo ruin"

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OBSERVATORIO

    alexsicairos@hotmail.com

     

    Ayer tronó la expectativa de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador transformara también las políticas gubernamentales que en décadas han llevado a la producción de alimentos al colapso paulatino. En el centro y norte de Sinaloa los tractores, arados y trilladoras abandonaron las parcelas para irse a bloquear las vías de comunicación en demanda de mejores precios para las cosechas, consumándose aquello que se creía irrealizable.

    El sonido de los motores de las máquinas agregado a los gritos de protesta de hombres y mujeres amasó la extraña mezcla de barro y coraje que se consideraba impensable en el régimen que trae como bandera la justicia social. Es como despertar de la pesadilla creyendo que el mal sueño era privativo de los gobiernos del PRI y PAN para cerciorarse que la alucinación persiste aun con la llegada a Palacio Nacional del Movimiento Regeneración Nacional.

    Los maiceros con la exigencia de 4 mil 500 pesos por tonelada y los trigueros demandando 5 mil 790 pesos por tonelada salieron a rifársela en un acto desesperado para ser entendidos y atendidos. En defensa de que en sus familias y los hogares siempre haya qué comer rompieron las reglas, quebraron el concreto y retaron las viejas formas que no se renovaron con la sacudida democrática del primero de julio de 2018.

    “Teníamos muchas expectativas en el nuevo Gobierno, pero la verdad que se están mirando muy mal”, dijo Baltazar Hernández Encinas, presidente de la Unión de Productores Agrícolas del Valle del Carrizo; “cada día se va perdiendo la confianza en el Gobierno Federal porque no nos ha prestado atención y no es algo nuevo, es algo que venimos arrastrando desde hace tres meses”, declaró Modesto López, dirigente en Guasave de la Alianza Nacional Agropecuaria y Pesquera de Sinaloa, mientras en Culiacán los manifestantes advertían que no se trata de un juego sino de una lucha por la subsistencia, en lo particular, y por la soberanía alimentaria en lo general.

    Es de las primeras veces que desde el vulnerable sector campesino o la fuerte resistencia de los productores agrícolas se plantea en Sinaloa a López Obrador como parte del problema y no de las soluciones. La crisis del campo haciendo el prodigio político de que estén de acuerdo, aunque sea circunstancialmente, los empobrecidos ejidatarios y los grandes productores más blindados en lo  económico.

    Al avanzar hacia las ciudades y carreteras los agricultores de los sectores social y privado fueron incursionando a la vez en el ánimo ciudadano que entre la inconformidad por el caos vial hizo prevalecer el sentimiento solidario con los que sufren el trato ruin de funcionarios indolentes. ¿Cómo llegamos a este punto? es la cuestión formulada al presenciar que las máquinas de arar y los hombres de huarache y sombrero hicieron rugir el asfalto.

    Vamos muy aprisa hacia un Estado de prioridades invertidas. El trabajo lícito y el esfuerzo fincado en el sudor limpio proceden a rezagarse como modo digno de vida y en cambio la energía delictuosa adquiere más posibilidades de que le vaya mejor al no ser perseguida ni combatida porque se le ofrecen abrazos en lugar de ser sometida al imperio de las leyes.

    Al campo es al que le faltan los abrazos traducidos en insumos a precios accesibles, condiciones de estabilidad económica y social y la certidumbre de que el hecho de llevar alimentos a las mesas de todos los hogares es más justipreciado que irse por el camino del crimen bien remunerado. Maíz, trigo y frijol contribuyen a la paz social; mariguana, amapola y drogas sintéticas aportan al caos como preámbulo del desgobierno.

    Qué lamentable la medida extrema adoptada ayer y qué legítimo el movimiento de labriegos que demandan mejores condiciones de comercialización para los granos. La toma de las instalaciones del aeropuerto en Culiacán, el bloqueo de la carretera México 15 en Guasave y el cierre de la caseta de peaje de San Miguel Zapotitlán harán entender, tarde o temprano, que a los servidores públicos de la 4T el campo mexicano no les debiera ser del todo indiferente.

     

    Reverso

    Ese alimento, Presidente,

    Mírelo, sobre su mesa,

    Simboliza la remesa,

    De bastante sudor en la frente.

     

    La caída de Chapman

    La primera estocada fulminante se la asestaron ayer al Alcalde de Ahome, Manuel Guillermo Chapman, las organizaciones civiles Vigilantes Ciudadanos por la Transparencia de Sinaloa, Ahome Sustentable, Rueda Verde, Sector Ciudadano en Defensa al Derecho de Tener una Vida Digna, la Federación de Colegios y Asociaciones de Abogados de Sinaloa, SM Ecopark, Somos Familia Los Mochis y el Consejo Nacional Ciudadano. Solo si la bancada de Morena en el Congreso del Estado y el Presidente López Obrador le proporcionan muletas políticas para que se sostenga de pie, el Edil seguirá conduciendo a los ahomenses a la ingobernabilidad. Si no, la caída es inminente. Y pongan sus barbas a remojar los demás presidentes municipales que se creen clones de Dios.

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