"Entrenamiento cruzado"

No es ningún secreto que un cuello de botella del crecimiento de las empresas es la formación de su personal porque así pueden asegurarse de tener el “músculo” suficiente para incursionar en nuevos mercados. En más de una ocasión he escuchado a empresarios que no pueden entrarle a nuevos proyectos porque eso implicaría descuidar lo que tienen. En términos deportivos eso quiere decir que “no tienen banca”.

El reto para la empresa es que tiene que estar preparada para algo que no sabe que viene, pero lo cierto es que tiene que estar preparada, no se vale decir que no sabía. Un recurso para tener a la empresa en condiciones para aprovechar esas inciertas oportunidades es formar al personal haciendo que lleven a cabo nuevos roles dentro de la empresa, eso ayuda a su desarrollo profesional y al mismo tiempo ayuda a retener al talento, porque los colaboradores que no ven oportunidades o posibilidades de desarrollo simplemente se van de la empresa, con el costo que eso significa.

Además de los beneficios evidentes del entrenamiento cruzado –cross training- la empresa logra que el personal tenga capacidad de asumir diferentes roles, se vuelve más flexible y eso no es poca cosa, porque hay posibilidad de que algunos cubran a otros y sus necesidades personales no entran en conflicto con las de la empresa porque siempre hay alguien que lo puede cubrir. En lo deportivo estaríamos hablando de tener jugadores utility, que puede tener varias posiciones. En el beisbol son muy bien valorados.

Otro beneficio del entrenamiento cruzado es que los trabajadores amplían la perspectiva de la  empresa y así entienden la conexión entre el papel que desempeñan y la operación, en palabras de Steve Jobs, “se conectan los puntos” y lo que pasa en una sección tiene sentido cuando se conoce otra parte de la empresa y eso ayuda a ver la empresa como un todo, no como secciones y que aprenden, crecen en su capacidad, ven con claridad cómo sus funciones encajan en el objetivo de la empresa. Por cierto, se cae la rotación, algo que tiene un costo alto cuando se trata de conseguir reemplazos.

Aunque parece evidente, hay que decir que las empresas son personas y a las personas nos gusta que nos trate como tales, no como números o funciones. El hecho de que la empresa mantenga un proceso de formación individual implica que hay quién está pendiente de cada uno, de su desarrollo. El que se vea enriquecido el perfil de habilidades personal permite que haya una permanencia en la empresa porque se ve que hay oportunidades y no tengo que buscarlas fuera de la empresa.

Un proceso de entrenamiento cruzado permite también aprovechar las habilidades del personal en varias áreas, en lugar de una sola, como en el caso de procesos cíclicos en los que en condiciones ordinarias la empresa tendría que contratar personal adicional. Cambiar a personal administrativo al área de atención a clientes o al piso de ventas es el ejemplo más acabado de éste proceso.

El que el personal conozca diferentes áreas de la empresa permite que tomen mejores decisiones, tengan nuevas perspectivas, nuevas ideas, permite evitar la “ceguera de taller” y animarse a plantear las situaciones con una perspectiva más amplia porque saben las consecuencias de sus decisiones.

Por supuesto que no se trata sólo de mover a los colaboradores, esto implica dedicarle tiempo y decidir cuales son las áreas que pueden beneficiarse de un proceso como éste, pero está claro que lo peor que puede pasar es dejar que las cosas se den silvestremente y que la empresa no esté en condiciones de mejorarse a si misma y poder aprovechar las oportunidades, porque si no lo hace, otra lo hará.

 

Director de ICAMI, Centro de Formación y Perfeccionamiento Directivo, Región Noroeste.

alfredo.santana@icami.mx / @luisalfredo