Jesús Héctor Muñoz Escobar
En dos semanas más tendremos Presidente de la República electo. Y por cómo se empiezan a desenvolver las cosas, ningún arroz está cocido, por lo que la moneda sigue en el aire.
En efecto, López Obrador se mantiene con una fuerte ventaja, pero José Antonio Meade sigue creciendo, sí lentamente, pero ahí va; y Ricardo Anaya que dicen se estancó en las mediciones, aún puede dar una sorpresa.
Porque hay un factor importante que no se debe perder de vista al hacer el análisis de cómo están las preferencias: el 30 por ciento de los consultados están indecisos sobre por quién van a votar. Y si el padrón electoral es de 88 millones de mexicanos, quiere decir que ¡¡¡29 millones de potenciales electores!!! no han definido el sentido de su voto.
Así que se avecinan diez días muy intensos en México en los que el fin de las campañas y el Mundial de Futbol en Rusia captarán la atención de los mexicanos.
Por eso los abanderados Presidenciales no desaprovecharon el triunfo sobre Alemania para hablar de sus proyectos de Gobierno y de sus ofertas a los mexicanos, para que voten por ellos.
Para el candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade los partidos de futbol se ganan jugando los 90 minutos y el marcador que cuenta es el final, al igual que los procesos electorales que se definen hasta el último minuto, frente a la boleta y las urnas.
Según Ricardo Anaya, el triunfo de México demuestra que los mexicanos no nos achicamos; frente a la adversidad nos crecemos, nos hacemos más grandes y triunfamos, así vamos a ganar nosotros también, con fuerza, con entusiasmo y con muchísima determinación.
Y por supuesto, López Obrador aseguró que la fiesta por el triunfo, el primero de julio, será aún mayor que la que se vivió por la victoria de la Selección Nacional. Incluso llamó a imaginar cómo va a estar la alegría la tarde-noche del día de la elección, con el inicio de la cuarta transformación de México, por supuesto igual a la que iniciaron Hidalgo, Juárez, Madero, Villa y Zapata. Faltaba más.
Y Jaime Rodríguez dijo que cuando México decide ganar lo hace y que aquí nadie se raja.
A propósito, volvió a sorprender el candidato de Juntos Haremos Historia, porque ahora salió con que hará una consulta para decidir si continúa la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, lo que es una barbaridad.
Porque realizar un plebiscito significa un ejercicio magnánimo, ya que sería como organizar una elección federal, con un gasto que el Instituto Nacional Electoral no presupuestó y por lo tanto, después de la elección el INE se quedará con recursos sólo para lo administrativo y salarios, no más.
De otra forma sería como las consultas que supuestamente hizo cuando fue Jefe de Gobierno del D.F. que instalaban urnas en lugares que nadie sabía dónde estaban, sin ningún control ni vigilancia social ni partidista, nada. Y a final de cuentas votaban 50, 60 mil personas, sin el control de un padrón electoral, en una ciudad de 8 millones de habitantes.
Y casualmente siempre ganaba su propuesta por abrumadora mayoría y así emitía sus bandos de gobierno para saltar las leyes de la Ciudad de México y hacer lo que él pretendía.
Aunado a esto, la población de Nogales, Mexicali, Nuevo Laredo, Macuspana, Tapachula, Tuxpan, Aguascalientes, Irapuato, ¿Está interesada en opinar sobre este tema, aunque una terminal aérea de esa magnitud también los beneficie?
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