Rafael Morgan Ríos
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La economía nacional tiene como algunos motores generadores de crecimiento las exportaciones, la inversión física, tanto pública como privada, las remesas, la inversión extranjera directa, el turismo y el gasto público, algunos de ellos interrelacionados como por ejemplo, la IED influye en la inversión pública, las exportaciones y el turismo. Habría que agregar el factor oculto que es el dinero procedente del narcotráfico, no claramente cuantificado por el INEGI, o por lo menos no informado.
Según el INEGI, la inversión física tuvo su peor caída en 10 años pues retrocedió 4.1 por ciento en el primer semestre, debido a que descendieron tanto la inversión pública como la privada, lo cual está siendo factor en la desaceleración de la economía. Así, la inversión en maquinaria y equipo cayó 6 por ciento y la inversión en el ramo de la construcción descendió 2.7 por ciento a tasa anual. Este ramo de la construcción, por cierto, es la que más empleos genera, principalmente en el sector de la población más necesitada.
Según los dirigentes de organizaciones de la Iniciativa Privada, “la austeridad franciscana” ha estado afectando negativamente el crecimiento económico al reducir las compras del Gobierno, retrasar los pagos a los proveedores y cancelar obras ya contratadas, todo lo cual provocó desconfianza e incertidumbre en los inversionistas privados. A esta política de austeridad, se debe agregar el subejercicio presupuestario de más de 190 mil millones de pesos; el maestro del Tec de Monterrey, Raymundo Tenorio, llamó “austericidio”, es decir, una austeridad suicida.
Además de la cancelación por Pemex de las licitaciones de exploración y producción de nuevos yacimientos con inversionistas extranjeros y nacionales, la misma CFE no considera construir nuevas redes de transmisión y distribución de energía pues el Programa de Ampliación y Modernización de la Red Nacional no incluye nuevos proyectos, cuando mucho continuar con los ya iniciados. Si no hay ampliación de redes, es porque prácticamente no habrá nuevos proyectos de generación de energía.
El Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, manifestó en un foro organizado por Banorte, que México tiene como retos: una baja recaudación de impuestos, un sistema financiero delgado, crecimiento económico débil y baja participación de las mujeres en la vida laboral, explicando así la baja inversión gubernamental en obra pública, por lo que exhortó a los empresarios y banqueros, casi les suplicó, que no disminuyan sus niveles de inversión, pero hasta la fecha no se ha logrado vencer la desconfianza y falta de certidumbre para que la IP invierta en el País, ante el riesgo de sufrir nuevas bajas en la calificación del País sobre su capacidad para cumplir con los compromisos financieros. Por ejemplo, no se ha informado dónde se están invirtiendo los 485 mil millones de pesos que se anunciaron por Hacienda para estimular la economía y qué efectos han tenido.
Para no quedarse atrás, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes anunció que se reducirá sustancialmente, en más de 5 mil millones de pesos, la inversión en conservación de las carreteras, a través de las cuales se moviliza más del 99 por ciento de los pasajeros y el 77 por ciento de la carga del país.
También el Infonavit reportó que en el primer semestre de este año, la venta de casas nuevas se desplomó de 126 mil casas en 2013 a 86 mil 922 unidades, el nivel más bajo en los últimos siete años debido a la incertidumbre, la situación económica y la del empleo.
Hace unos días, tanto el Presidente como el magnate Carlos Slim “acordaron” que la IP invertiría en mil 600 proyectos, a pesar de las repetidas ocasiones en que el Presidente insultó y llamó corruptos a empresarios coludidos con los regímenes anteriores y a pesar de la cancelación de los contratos ya firmados y parcialmente pagados en gasoductos, contratos tildados de abusivos y leoninos; finalmente se está llegando a acuerdos entre gobierno y empresarios, pero la duda sigue siendo si en los siguientes contratos el gobierno se sostendría en los términos acordados.
Mientras tanto, según el proyecto de Presupuesto de Gastos para 2020 presentado por Hacienda, a la Secretaría de Comunicaciones se le disminuyen 21 por ciento sus recursos, a la de Agricultura le rebajan 31 por ciento y Desarrollo Agrario pierde más del 45 por ciento de recursos, es decir, la sequía en inversión pública continuará en 2020, con lo que probablemente se aleje la recuperación económica todavía más. La esperanza es que la Iniciativa Privada a pesar de todo cumpla sus promesas de inversión.
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