|
"Observatorio"

"Juntas de agua, torrente corrupto. Albañales en Mazatlán y Guasave"

""
OBSERVATORIO

    La Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Mazatlán se ha vuelto cada día más lodosa, siendo el hábitat favorito de tiburones de la corrupción que en aguas revueltas, ganancia para los desfalcadores. Ha sido cloaca y pantano a la vez tanto de presidentes municipales del PRI o del PAN que la han tomado como trofeo del pillaje.
     
    En 2016, siendo Alcalde el panista Carlos Felton, la Jumapam se vio timada al tener que pagarle un millón 200 mil pesos al ex gerente Sergio Wong y al ex subgerente Jorge Pérez, por ganar una demanda por supuesto despido injustificado. En el siguiente gobierno municipal el priista Fernando Pucheta procedió a quitarle el cargo de gerente a Adrián Bastidas al descubrir que había comprado una flotilla de 51 vehículos sin hacerlo del conocimiento del Cabildo. 
     
    Hoy le toca turno al morenista Luis Guillermo Benítez Torres al descubrir la red de tomas clandestinas en inmuebles propiedad o concesionados a particulares, siendo el caso más sonado el del estadio Teodoro Mariscal cuyo permisionario, José Antonio Toledo Pinto, fue obligado a pagar casi 3 millones de pesos para volver a utilizar el coso beisbolero.
     
    Sin embargo “El Químico” anda buscando la madeja cuya punta ya localizó. Se trata de una sentina mucho más grande que el mismo drenaje sanitario por donde han corrido durante años varios fraudes en materia de agua potable y alcantarillado, con la complicidad de quienes estuvieron al frente del gobierno mazatleco. ¿De qué otra manera pasó desapercibido que hoteles y establecimientos comerciales se sirvieran de tomas clandestinas durante décadas? 
     
    En Guasave se ha detectado otro foco rojo de corrupción en la junta de agua potable. Después de que el entonces gerente de la Jumapag, Emilio Menchaca, fue acusado en 2017 de malversar alrededor de 7 millones de pesos, los malos manejos siguieron y la Alcaldesa actual, Aurelia López, ha topado con una situación tan desastrosa que podría declarar en quiebra a la paramunicipal.
     
    Como secuela de la expoliación sostenida durante varias administraciones municipales se enfrenta al sindicato de trabajadores de la Jumapag que se opone a que sea revisado el contrato colectivo de trabajo y se corten de tajo precisamente los abusos que anidaron en el saqueo inmutable que sufrió la junta de agua.
     
    Estos dos casos, Guasave y Mazatlán, demuestran que les hace falta a las juntas municipales de agua potable y alcantarillado la sacudida que acabe con privilegios, corruptelas y fallas operativas para que transparentarlas acote la costumbre de convertirlas en cajas “chicas” de los Ayuntamientos y que los recursos que capten se inviertan en mejor calidad para los usuarios y mayor credibilidad en las paramunicipales.
     
    En ellas nada a placer la deshonestidad. Excepto los periodos en los que Rigoberto Félix Díaz estuvo al frente de estos organismos en Culiacán y Mazatlán, de ahí en adelante las sospechas han enturbiado el desempeño de los demás mandos gerenciales, con cuentas tan oscurecidas como el color con que a veces se le entrega el vital líquido a los sinaloenses.
     
    Félix Díaz es reconocido a nivel nacional como un buen referente en el manejo de las juntas de agua. Ha dirigido las de Mazatlán, Guasave, Acapulco y en cuatro periodos ha estado al frente de la de Culiacán en reconocimiento a los resultados exitosos que rindió. De hecho, el modelo que él instrumentó desde 1986 sigue aplicándose en la capital de Sinaloa.
     
    Algo similar sucede con Jesús Higuera Laura que, fobias aparte, está al frente de la Japac desde el gobierno de Mario López Valdez y ha mantenido la estabilidad de un organismo poco asiduo a la quietud. Lleva ocho años ininterrumpidos en ese cargo y el Consejo Directivo lo ha revisado una y otra vez sin hallar elementos para la posible destitución. Ha permanecido con un Alcalde del Partido Sinaloense, otro del PRI y ahora con uno de Morena.
     
    Sin embargo, la fiscalización de las juntas de agua municipales debe ser general antes que la corrupción se generalice y en vez del indispensable líquido comience a salir pus de las tuberías.
     
    Re-verso
    Llegan ruidos subterráneos,
    Desde la tubería del agua,
    Es el torrente que fragua,
    Varios lodos, simultáneos.
     
    Nuestro Aquaman
    En aguas más quietas de la política, Juan Ernesto Millán Pietsch se sumerge en la Comisión Estatal de Agua Potable y Alcantarillado de Sinaloa, para que no lo queme el fuego lanzado por los malovistas, luego del rompimiento entre los ex Gobernadores Juan Millán y Mario López.
     

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!