"La ciudad de Sevilla"

Toda ciudad debe ser construida con un proyecto humanista e integrar espacios urbanos amigables, acogedores, que faciliten el desplazamiento e inviten al encuentro. La ciudad debe contar con lugares públicos memorables que permitan, faciliten y promuevan la convivencia de las personas. Es, por eso, que en la epidermis urbana se debe equilibrar la densificación con la intensificación. La piel de la ciudad es un libro abierto que permite recorrer y reconocer trazos y trozos de su historia, a través de la ininterrumpida y dinámica transformación urbanística.

 

No hablaremos de la famosa ciudad de la península ibérica, sino de una ciudad más cercana y entrañable: de la capital de nuestro estado. A la presente columna la titulamos La ciudad de Sevilla, para rendir un modesto homenaje al recientemente fallecido Arquitecto Jaime Sevilla Poyastro, quien legó varias de las edificaciones del Culiacán moderno.

 

Nació el 7 de abril de 1923 en la Ciudad de México y se graduó de arquitecto en el Instituto Politécnico Nacional. Trasladado a Culiacán en 1948, fue director del CAPFCE y construyó muchas escuelas, así como los hoteles Tres Ríos y San Luis. En 1958, el Centro Cívico Constitución y, un poco después, el Revolución.

 

Construyó los edificios del Seguro Social Liga de Comunidades Agrarias, Instituto Tecnológico de Culiacán, Cámara de Diputados, hoy Instituto Politécnico Nacional, primera tienda departamental Coppel, PRI estatal y CTM.

 

Como Secretario de Obras Públicas construyó la autopista Plan Mar de Cortés, popularmente conocida como La Costera, hoy Benito Juárez, así como las instalaciones de los Colegios de Bachilleres. Fue coautor del Plan Tres Ríos que transformó la imagen urbana de Culiacán. Es imposible citar todas sus obras, pero no pueden faltar la Unidad Administrativa de Gobierno, Central Millenium y el Aeropuerto.

 

¿Conozco, conservo y disfruto mi ciudad?

 

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@rodolfodiazf