"La Cuarta Transformación de la perspectiva educativa"

En medio de la realización de los foros convocados por el Presidente electo de la República para escuchar “la voz y experiencia” de los actores vinculados a la educación, las bancadas de Morena en el Poder Legislativo decidieron derogar la Reforma Educativa promulgada en 2013.

Primero fue el Congreso de la Unión, quien a través del Diputado Irán Santiago Manuel, miembro de la Sección 22 de Oaxaca, presentó un punto de acuerdo de “urgente resolución” para suspender de manera inmediata la evaluación educativa. El punto de acuerdo se convirtió en un “exhorto” para la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional de Evaluación para la Educación (INEE) para suspender la evaluación, sin menoscabo de qué dice la ley.

Dos días después, el Senador Martí Batres, presidente del Senado, hizo lo propio cuando el jueves 13 enlistó entre los asuntos a tratar la discusión sobre la Reforma Educativa. Sin circular ningún proyecto entre sus compañeros de la Cámara alta, pretendió votar una iniciativa en la que deroga el Servicio Profesional Docente (SPD) y la autonomía del INEE; al final se abstuvo de la segunda, pero sí se turnó a comisiones suspender “de manera indefinida los procesos de evaluación para el ingreso, promoción, reconocimiento y permanencia, así como cualquier procedimiento sancionatorio hasta en tanto no sea revisado”.

Ningún exhorto está por encima de la Constitución ni de la Ley y, mientras esté en comisiones la iniciativa de Batres y no se concrete el proceso legislativo en su totalidad, permanece vigente la realización de la evaluación convocada entre el 15 de octubre y el 25 de noviembre. No hacerlo dejaría en falta a la Autoridad Educativa Local, sin dejar de considerar que es el propio Poder Legislativo quien le pide violentar la ley. ¿De esto se trata la cuarta transformación?

Politizar la educación fue uno de los mayores errores que cometió la administración saliente. Poner a las y los niños como parte de un botín nunca será en su beneficio. Ninguno de los hechos acontecidos en estos días se cuestionó sobre qué les beneficia más a los niños.

La evaluación docente debe ser mejorada, pero no por ello desechada. Desvincular el resultado de la evaluación de la permanencia en su trabajo es uno de los temas que mayor revuelo ha causado, tanto como el instrumento con el cual se evalúa a nuestros docentes y directivos. La observación en el aula es tan necesaria entre partes, como una formación inicial y continua pertinente.

Discutamos el instrumento, el proceso y la pertinencia de la evaluación de permanencia, pero no por ello cortemos de tajo el concurso de ingreso y promoción que tanto han ayudado a revalorar el mérito entre los maestros y a posibilitar la vocación del verdadero docente. Ya no se la deben a nadie, sólo a su talento y dedicación.

Legislar al vapor, sin un diagnóstico claro, sin la evidencia necesaria, valiéndose únicamente del “mayoriteo” que les da la aritmética es justamente lo que Morena prometió cambiar. Y claro, todo esto en medio de unos foros en los que se prometió “escuchar” a todas las partes.

Si bien es cierto que el proceso de derogación de la Reforma Educativa ya inició, con el actuar de Morena en el Legislativo en el tema educativo también se definen los trazos del próximo régimen. Y, para decirlo con sinceridad, los retratos de esta semana nos recuerdan demasiado al pasado. Sería trágico pensar que los que llegaron son peores que los que se fueron.

¿Y las y los niños? Defender el derecho a aprender de las y los niños sólo es posible si se defiende el derecho a aprender de sus docentes y directivos.

Que así sea.