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"Opinión"

"La Cumbre Climática de Bonn"

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    SinEmbargo.MX

    La importancia de abordar el cambio climático es cada vez más apremiante. A excepción de estudios hechos a modo por un reducido número de quienes niegan su existencia, prácticamente toda la comunidad científica internacional reconoce que el cambio climático es la amenaza más importante que enfrenta la humanidad. Esto es debido a su efecto multiplicador, pues exacerba la frecuencia e intensidad de eventos hidrometeorológicos que tendrán mayor impacto en quienes menos tienen, afectará la salud de las poblaciones y economías nacionales, y minará los derechos humanos.

    En el seguimiento por abordar la problemática, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) publicó el Reporte Especial sobre Calentamiento Global de 1.5C el año pasado (IPCC, 2018). En dicho documento se detalla que la temperatura ya aumentó en 1ºC desde que inició la era industrial, y se proyecta pasar el 0.5ºC restante entre los años 2030 y 2052. El reporte también presenta hallazgos clave según la literatura científica, técnica y socio-económica disponible para evaluar un aumento de 1.5°C, así como un comparativo en un supuesto escenario con incremento de temperatura a 2°C.

    El documento en cuestión también señala que el calentamiento ocasionado por las emisiones antropogénicas continuará por siglos y ocasionará cambios a largo plazo en el sistema del clima. De ahí la importancia de reducir drásticamente el nivel actual de emisiones. En consecuencia, este reporte del IPCC ha influido en cambiar la narrativa sobre la urgencia de la acción climática.

    La comunidad política internacional parece que así lo entiende, y le da seguimiento al tema desde el marco de la Organización de las Naciones Unidas. Tal fue el caso de la reciente Cumbre sobre Cambio Climático en Bonn (SB50), celebrada del 17 al 27 de junio, y que buscó allanar el camino para la 25º Conferencia de las Partes (COP por sus siglas en inglés), que tendrá lugar en Santiago, Chile, en diciembre del presente año.

    En Bonn se llevaron a cabo diversos eventos, reuniones, y sesiones negociadoras para buscar el incremento en la ambición de los países para reducir emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), acelerar esfuerzos destinados a la resiliencia, y asegurar que la política climática sea construida sobre bases sólidas de acuerdo a la ciencia y el conocimiento disponibles al momento (UNFCCC, 2019a).

    Destacaron distintos aspectos de la cumbre. Nueve países en desarrollo presentaron sus acciones para reducir sus emisiones de GEI, 19 países desarrollados presentaron su acción climática, se acordó un nuevo programa de trabajo sobre adaptación, para su adopción en la COP25, se reunió por primera vez el Grupo de trabajo facilitador para comunidades locales y pueblos indígenas. También se trataron temas como la financiación para la adaptación, la vulnerabilidad de la agricultura a los impactos del cambio climático, soluciones energéticas descentralizadas, la política de género, la educación y la participación pública (UNFCCC, 2019b).

    La cumbre concluyó con una llamada a cumplir plenamente el Acuerdo de París. De hecho, se señaló la importancia de ir más allá: provocar un cambio profundo, transformador y sistémico en toda la sociedad, crucial para un futuro de bajas emisiones, altamente resiliente y más sostenible (UNFCCC, 2019b).

    Sin embargo, los intereses de algunos países continúan siendo un impedimento para avanzar. Por ejemplo, previo al inicio de la conferencia de Bonn, Arabia Saudita presionó para que el Reporte Especial sobre Calentamiento Global de 1.5C no fuera considerado en las conversaciones, argumentando que dicho reporte puede ser un tema recurrente en la agenda climática de las Naciones Unidas (Farand, 2019). Tal es el “compromiso” y la presión de éste y otros países petroleros que están en la misma tesitura (como Kuwait, Rusia y Estados Unidos), que se acordó que las discusiones en Bonn terminarían en una fecha fija aun cuando no hubiera conclusiones firmes por parte de los participantes de la conferencia.

    Transcurre el tiempo, suceden eventos internacionales, se publican reportes, y las implicaciones del cambio climático cada vez son más evidentes a lo largo y ancho del orbe. Entonces, ¿cómo equilibrar los intereses de países desarrollados y en vías de desarrollo? ¿Cómo transitar a energías renovables y economías bajas en carbono cuando la reticencia al cambio proviene de actores y países con peso político y fósil? ¿Cómo lograr que la ciencia sea considerada justamente y no sea realizada a modo? Estos son retos mayúsculos en el futuro inmediato para la comunidad internacional si es que la humanidad habrá de sobrevivir a lo que se avecina.

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