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"ALDEA 21"

"Las complejidades de la política"

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ALDEA 21

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    El pasado miércoles se llevó a cabo una especie de comparecencia por parte del Alcalde de Culiacán Estrada Ferreiro en el Congreso del Estado de Sinaloa, quien acude para dar cuentas sobre temas relacionados con su desempeño el frente del Ayuntamiento y particularmente sobre el caso de una joven que lamentablemente perdió la vida al ser subsumida por una corriente de agua, por falta de atención a un reporte relativo al sistema pluvial, el pasado mes de septiembre.

    Esta valiosa oportunidad no fue del todo aprovechada, por no decir que fue prácticamente desperdiciada; el hecho de que tanto el ejecutivo municipal de la capital del estado haya acudido al legislativo estatal para rendir cuentas de su actuación al frente de la administración municipal lo vale como antecedente, aunque no se haya sentado un precedente con mucha mayor relevancia más allá de explicaciones y razones triviales por parte de las autoridades municipales y la falta de visión y compromiso político de los diputados para hacer valer criterios que deberían estar presentes en las decisiones y formas de actuar de los gobiernos municipales.

    Este 2019 se cumplen 100 años de que el sociólogo y economista Max Weber, considerado un importante y atento observador de la política de su tiempo, presentara su análisis sobre las situaciones que condicionan al político y las características psicológicas que debe tener una persona para que se le considere un “político de vocación”. Una obra que permite emplear el conocimiento psicológico actual para describir el perfil adecuado para ser político en las sociedades actuales.

    Según Weber, se entiende y se practica la política tanto en la economía, como en una empresa, un sindicato, en la administración de ciudades, universidades, en la familia; es decir, se entiende a la política es una dimensión de nuestra vida como sociedad organizada, que adquiere una forma institucional cuando se trata de cualquier tipo de gobierno.
    Ahora bien, cuando nos referimos a un político o a lo político, como afirmaba este pensador alemán, lo relacionamos con los intereses en torno a la distribución, la conservación o la transferencia del poder, por lo tanto la conjetura sobre el tema es que quien hace política aspira al poder; al poder como medio para la consecución de otros fines que pudieran ser idealistas o egoístas, o al poder “por el poder”, para gozar del prestigio y privilegios que éste confiere.

    Retomo estas anotaciones y reflexiones sobre la política y los políticos con el afán de contextualizar y exponer elementos de reflexión en torno a quienes ejercen la política en nuestra sociedad, que contribuyan a la comprensión del comportamiento, particularmente para el caso de la comparecencia entre el Alcalde Jesús Estrada Ferreiro y los diputados. Un encuentro que dio muestras de la limitada dimensión de la política en la que se desarrollan las relaciones de quienes ejercen poder político, por una parte desde un Ayuntamiento y por la otra del Congreso del Estado.

    ¿Cómo definir el comportamiento de estos políticos que hoy nos representan? ¿Qué los motiva? Si continuemos con la idea de Weber: Hay dos formas de hacer de la política una profesión. O se vive “para” la política o se vive “de” la política. La oposición no es en absoluto excluyente. Por el contrario, generalmente se hacen las dos cosas, al menos idealmente; y, en la mayoría de los casos, también materialmente. Quien vive “para” la política hace “de ello su vida” en un sentido íntimo; o goza simplemente con el ejercicio del poder que posee, o alimenta su equilibrio y su tranquilidad con la conciencia de haberle dado un sentido a su vida, poniéndola al servicio de “algo”. En este sentido profundo, todo hombre serio que vive para algo vive también de ese algo. La diferencia entre “vivir para y el vivir de” se sitúa, pues, en un nivel mucho más ofensivo, en el nivel económico. Vive “de” la política como profesión quien sólo trata de hacer de ella una fuente duradera de ingresos; vive “para” la política quien no se halla en este caso.

    Desde luego que esta es una aportación muy valiosa la que Weber hace para la comprensión y el estudio de la política, a lo largo de todo un siglo, sus razonamientos han abonado a nuevas tesis y propuestas de estudio. Lo importancia de esta revisión de los clásicos se vuelve muy conveniente dado el giro histórico que se vive actualmente en nuestro País después de la elección de 2018, el ejercicio de la política por los políticos que ahora ocupan espacios de poder surgidos en su gran mayoría por Morena, suponen una valiosa oportunidad para evaluar y asumir con mucho mayor responsabilidad social el perfil, actuación, motivación y desempeño de los representantes populares, así como de servidores públicos de los ayuntamientos, no sólo de los más polémicos como los de Ahome, Culiacán y Mazatlán, sino de todos por igual.

    De ahí la importancia de atender esta realidad que exige la intervención de la ciudadanía a la hora de elegir representantes, sobre todo si padecemos circunstancias de violencia y poderío de la delincuencia organizada en Culiacán demostrado el día de ayer, circunstancias que requiere una seria atención, pero no para confrontarla, sino para cambiar la realidad, para dejar de ser efecto y volvernos causa que la modifique, para transitar a niveles de mayor civilidad social, para ello se requiere de las instituciones públicas, pero sobre todo de saber quiénes las dirigen, por qué y para qué.

    Hasta aquí mi opinión, los espero en este espacio el próximo martes.

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