"Las lecciones de una guardería"

La polémica creada por el recorte federal a las guarderías retrata una de las peores versiones del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

El Mandatario capaz de inspirar a millones de personas a cambiar la historia de un País, también es capaz de los más increíbles caprichos, sin importarle el costo que esto pueda provocar.

El recorte a las guarderías significa “reventar” una de las escasas políticas, heredadas de administraciones pasadas, que funcionan.

López Obrador no sólo dejará “huérfanas” a alrededor de 3 mil guarderías, el problema es las miles de familias que se verán afectadas por esta decisión, madres solteras y sobre todo madres que pueden trabajar gracias al programa.

AMLO justifica su decisión en la corrupción detectada en algunas de las guarderías, como si unas manzanas podridas fueran suficientes para acabar con un programa nacional completo.

Y quizá la peor parte de la propuesta es la solución que ofrece para mantener el programa: entregarles los recursos cortados a las guarderías directamente a las madres de familia.

La propuesta da ganas de reír o de llorar, cualquiera sabe que el dinero en la mano tiene un destino incierto, y difícilmente podríamos asegurar que el dinero pasará por las madres para llegar a las guarderías.

La decisión de López Obrador prácticamente significa la muerte del programa, difícilmente las guarderías podrían sobrevivir a un recorte de esta envergadura.

El impacto es difícil de medir, pero seguramente cientos de guarderías desaparecerían de forma inmediata y otras irían desapareciendo paulatinamente.

Miles de madres de familia terminarán abandonando sus trabajos y millones de pesos se perderían simplemente en consumo y en necesidades lejanas al programa.