"Lo básico"

Es cierto que conforme se van cubriendo necesidades, surgen otras que se exigen que se cumplan, sobre todo cuando de servicios públicos se trata. Primero, por ejemplo, demandan agua potable y alumbrado, y después, pavimentación y vigilancia.

 

Son servicios básicos que la sociedad debe recibir de parte de quienes gobiernan y que no debiera haber razón alguna para que se pospongan.

 

Y cuando uno de los servicios públicos empieza a fallar, a pesar de ser obligación del Gobierno entregarlo, es cuando empiezan a generarse inconformidades y molestias.

 

Pasa, por ejemplo, con las crisis de inseguridad que se viven en Sinaloa. Se exige un lugar seguro cuando la violencia empieza a cercar el entorno en que cada uno vive y la demanda principal es mayor vigilancia y operativos que garanticen la tranquilidad.

 

Se reclama cuando las autoridades no hacen lo suficiente para evitar desgracias como las ocurridas en el centro y norte de Sinaloa con las inundaciones, por posponer decisiones que podrían resguardar el patrimonio y la vida de los sinaloenses.

 

Y se pide, al menos, que el servicio de recolección de basura tenga una calidad decorosa, como para mantener las calles y aceras libres de desechos que se acumulan por semanas, como ha estado pasando en Mazatlán.

 

La responsabilidad de administrar, y bien, los recursos, es de las autoridades. De ellos depende contar con los fondos suficientes para cumplir con sus funciones. Desde la recaudación eficiente hasta el gasto responsable.

 

Los ciudadanos no tienen la culpa de que el Gobierno no prevea las contingencias en los servicios públicos. Por lo tanto, no hay razón para que algunos sectores de la población, los más vulnerables siempre, sean desatendidos por las autoridades.

 

La administración pública requiere de servidores eficientes, capaces de atender las necesidades y resolver los problemas que aquejan a la sociedad. Si no lo hacen, no solo no están cumpliendo, sino que están demostrando una falta de eficiencia en su responsabilidad.

 

Y no se les exige que hagan más de lo que debieran, solo que cumplan con lo básico.