Ya hablamos sobre el resultado electoral, sobre los ganadores que se llevaron todo. Pero ahora toca el turno de escribir sobre los que se van, los partidos que quedan fuera de escenario político por no cumplir con el mínimo de votos para mantener su registro. Si el domingo primero de julio se configuró una tormenta perfecta, estas serían sus víctimas.
Los partidos políticos con registro nacional que entrarán en proceso de “liquidación” por no mantener el registro son el Partido Encuentro Social y Nueva Alianza, aun cuando el primero participó dentro de la alianza ganadora junto con el PT y Morena, terminará desahuciado. El PES solo recibió el 2.40 por ciento de los votos para diputados federales y la ley establece un mínimo del 3 por ciento, en el mismo caso se encuentra el partido Nueva Alianza fundado por Elba Esther Gordillo hace algunos años, la filial política magisterial sólo consiguió 2.47 por ciento por lo que quedará fuera de las prerrogativas presupuestales y sus bienes se finiquitarán.
En Sinaloa desaparecerán los registros locales de seis partidos por la misma causa, la ley electoral establece el mismo porcentaje mínimo de votación, 3 por ciento de preferencia en la elección de diputados locales. PRD, Nueva Alianza, Verde Ecologista, Movimiento Ciudadano, Encuentro Social y Partido Independiente quedarán fuera de las prerrogativas estatales, PRD, Verde y Movimiento Ciudadano permanecerán con registro nacional sujetos a los apretados ajustes presupuestales que tendrán al reducir al mínimo sus prerrogativas.
Se va el Partido Independiente, aunque el dueño de la franquicia electoral intente impugnar la elección, su partido apenas consiguió el 1.5 por ciento de la votación. Un poco más de 14 mil votos, una de las votaciones más exiguas en la historia de los últimos procesos electorales. El dirigente estatal participó como candidato en el distrito 7, 45 días de campaña y cientos de miles de pesos en presupuesto para conseguir apenas 1,320 votos. La estafa electoral de Serapio termina aquí sus días, pero el líder que no ganó ni su casilla amenaza con volver, constituir otro partido político y disponer de nuevo de recursos públicos para una nueva aventura electoral. ¿Cómo le llamará a su nueva franquicia? ¿No entenderá el mensaje que la ciudadanía le mandó a él y su nefasta campaña de “somos cabrones”?
En el PRD las caras son doblemente largas, las del veterano dirigente Audómar Ahumada y el entonces secretario general del partido Heriberto Arias compraron como novatos los espejos que le vendieron otros miembros de Por Sinaloa al Frente. El dirigente estatal reportó los peores números en la historia de su partido con apenas 20 mil votos. El líder del PRD en Sinaloa y su super secretario cerraron las puertas a los ciudadanos y decidieron quedarse con las migajas. Ni registro, ni plurinominales, ni prerrogativas, ni nada.
El PRD encabezaba las candidaturas en sólo dos de los 24 distritos uninominales, siendo estos 6 y 24, por eso ahí debieron fincar las bases de su estrategia para apuntalar los votos necesarios para mantener el registro. Audómar, confiando en sus “aliados” pactó los distritos con el PAN y pagó las consecuencias, en el 6to de Sinaloa de Leyva su candidata Juana González recibió apenas un poco más de 1,200 votos amarillos y en el 24 en el sur de Sinaloa el curtido Édgar González se encargó de poner la última palada de tierra sepulcral al ganar el distrito con mayoría de votos azules al cobijo de Manuel Pineda, “El bravo del sur”.
Audómar erró en sus cuentas y solo recibió 2 mil 300 votos en el distrito más rentable para el PRD, mientras que el PAN capitalizó más de 8 mil 500 sufragios. Evidentemente el candidato en su afán por ganar, se despojó del lastre del color amarillo y se pintó de azul en el único municipio en el estado donde el PAN representa la fuerza más amplia y mayoritaria en el liderazgo del Dr. Pineda quien siempre pugnó por una campaña en tonos celestes.
Estos errores de elemental estrategia dan la razón al tiempo a mi compañero columnista Alejandro Sicarios quien hizo bien en llamar al político guasavense “el sepulturero del PRD”. A juicio de este columnista, tres cosas le faltaron a Audómar; inteligencia, talento y valor. Inteligencia para descifrar la traición que sus “aliados” orquestaban, talento para dirigir a su equipo cuesta arriba y valor para sostener su palabra como elemental virtud de la política. Se quedó sin nada, con la vergüenza de la humillante derrota al final de la carrera y con el acta de defunción del partido en sus manos. Luego le seguimos...
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