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"Observatorio"

"Mazatlán: lo que cobra y lo que da"

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OBSERVATORIO

    Asoma el futuro, pero aún no llega 
     
     
    Al menos durante la temporada alta que está por concluir en la actividad turística de Mazatlán estuvieron ausentes los vislumbres del gran destino de playa en que se le quiere convertir en los próximos 10 ó 15 años. Tampoco se mostró el cambio de actitud en los prestadores de servicios sino al contrario hubo regresión que afectó al visitante y la imagen de la Perla del Pacífico.
     
    Más allá de la pirotecnia que se lance por los turisteros, vale la pena un ejercicio de autocrítica para reconocer que la millonaria inversión en la modernización de Mazatlán empujada por el Gobernador Quirino Ordaz Coppel no ha sido acompañada de una nueva actitud en los componentes de la llamada industria sin chimeneas.
     
    Se entendió mal la enseñanza del Tianguis Turístico 2018 que en abril se realizó en este centro vacacional, pues se creyó que aumentando las tarifas de hoteles y servicios se metía a Mazatlán en las grandes ligas del negocio de la hospitalidad, afectando así al turismo regional y nacional que le era fiel al paraíso sinaloense donde hasta el más pobre se siente millonario.
     
    Un momento. Es posible que hasta aquí algunos sensibles empresarios mazatlecos se sientan indignados, pero es importante cavilar sobre la necesidad de cambiar la percepción de avidez desmedida en los negocios. Encerrarse en el egocentrismo del terruño intocable es parte del problema.
     
    Esta vez, con el evidente encarecimiento del costo del hospedaje, promotores de viajes de Durango y Jalisco optaron por ofrecer a Puerto Vallarta como opción a los que sintieron que les era prácticamente inaccesible venir a Mazatlán como lo habían hecho, como lo habían planeado. Dirán los empresarios que se trata de las variaciones de mercado propias de la oferta y demanda, sin embargo, aquí valen también los equilibrios.
     
    En tanto llega el gran turismo que sigue prefiriendo destinos como Los Cabos y Cancún y las grandes cadenas hoteleras aterrizan sus inversiones privadas en Mazatlán, mientras se concretan nuevos atractivos como Central Park, el edén sinaloense de sol y mar debe tener un plan modesto que corresponda a su ubicación real en la competencia nacional e internacional de esta actividad económica.
     
    Se continúan dando pasos para actualizar a Mazatlán frente a destinos que le llevan mucha ventaja, y prueba de ello son los nuevos recursos públicos de más de 100 millones de pesos para revestir con concreto hidráulico un buen tramo de la Avenida del Mar, pero aun no es tiempo de proceder como si fuéramos el oasis en el desierto. 
     
    Hoy tenemos, como ejemplo, el bloqueo de la principal vialidad de la Zona Dorada por parte de pescadores que se oponen a la veda permanente en el Alto Golfo de California. Sabemos también que en el momento menos pensado las organizaciones de taxistas formalizadas o en el pirataje incurrirán en actos que las promotoras internacionales del turismo consideran situaciones que los extranjeros no desean presenciar o padecer en sus viajes de placer.
     
    Por fortuna existen importantes firmas hoteleras que le están apostando a Mazatlán como son los casos del Grupo ArHe que a través de sus desarrollos The Inn Beach Hotel inyectará mil 800 millones de pesos el actual y próximo año, y los consorcios Meliá y Barceló que mantienen sus planes de inversión.
     
    No está demás concederle algo de tiempo a la revisión de este asunto. Las empresas de reservaciones on line como Booking, Bestday y Trivago dan testimonio de inconformidades crecientes porque primero se procedió a cobrar como industria turística de primer mundo y se deja para después la necesaria refundación de la infraestructura, cordialidad, servicios y entretenimiento que le son tan vitales a Mazatlán como el mar lo es para el delfín.
     
    Re-verso
    Si venir les sale muy caro,
    A los fans de Mazatlán,
    Se guiarán con otro faro,
    Y a nuevas playas se irán.
     
    Falta de costumbre
    Está claro que Quirino Ordaz Coppel exprimirá hasta el último minuto el gobierno de Enrique Peña Nieto en lo referente a financiamiento extraordinario para proyectos ligadas al desarrollo económico. Y que en cada paquete de obras aparecerá Mazatlán entre los beneficiados. Y como los mazatlecos no están acostumbrados a tanta atención, les sorprende que tengan que cerrar de nuevo el malecón ahora para cambiar pavimento y tubería de drenaje y agua.
     

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