|
"Opinión"

"No alcanzarán los altares"

""
18/09/2018

    Joel Díaz Fonseca

    Al paso que va, repartiendo perdones por todos lados, no van a alcanzar los altares de todos los templos (católicos, cristianos, ortodoxos, etc.) que existen en el País para entronizar a quienes va perdonando -y casi santificando- el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
     
    La declaración que hizo al término de la ceremonia de conmemoración del aniversario 208 de la gesta de Independencia, en el Estado de México, en el sentido de que la titular de la Sedatu, Rosario Robles Berlanga, acusada del desvío de más de 700 millones de pesos, es señalada injustamente, se suma a las declaraciones que ha hecho sobre otros personajes acusados de corrupción, saqueo del erario y hasta de secuestro.
     
    Cuestionado sobre si la titular de la Sedatu es un chivo expiatorio, López Obrador le extendió, de hecho, carta de inmunidad:
     
    “Sí es (un “chivo expiatorio”), como otros, porque a los de la mafia del poder y a algunos medios de información les gusta mucho ofrecer circo a la gente, y nosotros ya no queremos eso”.
     
    Desde su campaña por la Presidencia, López Obrador mostró como una de sus propuestas más fuertes el de amnistiar a los delincuentes, principalmente a los narcotraficantes, como estrategia para recuperar la paz y acabar con la corrupción.
     
    Y para empezar le puso nombres a sus candidatos, no solo a la amnistía, sino al Senado de la República: Napoleón Gómez Urrutia, acusado de defraudar a los trabajadores mineros con más de 50 millones de dólares, y de ser en parte responsable de la muerte de 65 mineros, en Pasta de Conchos, Coahuila; y Nestora Salgado García, ex comandante de la policía comunitaria de Olinalá, Guerrero, procesada por secuestro y delincuencia organizada.
     
    Antes, durante y después de la contienda electoral ha insistido sobre ambos que son perseguidos políticos, lo mismo que esgrime ahora en el caso de Robles Berlanga.
     
    Funcionarios públicos como ella, y como Jesús Duarte y Ochoa, César Duarte Jaquez y tantísimos gobernadores y ex gobernadores que han saqueado el erario, dejando a millones de mexicanos sin comida, medicinas, educación, ¿tendrán un altar en lugar de un proceso penal por sus latrocinios y el desvío impresionante de recursos para financiar campañas del PRI?
     
    ¿Y las víctimas de los presuntos delitos cometidos por todos ellos no cuentan? ¿Los narcotraficantes, secuestradores y sicarios pueden obtener el perdón, pero no habrá justicia para sus víctimas?
     
    Hace poco más de un mes, durante la inauguración del segundo Foro para la Reconciliación y la Pacificación Nacional en La Laguna, la señora Silvia Ortiz Solís, fundadora del Grupo Vida, agrupación de padres y madres buscadores “con pico y pala”, rechazó a nombre de las víctimas de violencia la petición de perdón que hizo el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador. “Ni perdón ni olvido”, advirtió.
     
    Idéntico reclamo le hizo en una carta abierta, el 31 de diciembre de 2017, el poeta Javier Sicilia Zardain.
     
    El poeta criticó la propuesta del entonces precandidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, de otorgar una amnistía a criminales para lograr la paz en el país.
     
    Igual que en la carta abierta dirigida al Presidente Felipe Calderón, en abril de 2011, en la que manifestó el hartazgo de la sociedad mexicana por la incontenible violencia (“estamos hasta la madre de ustedes, políticos”), Sicilia Zardain le dice en su carta a López Obrador:
     
    “A menos que estés buscando el voto del crimen organizado que, enquistado en los aparatos políticos, ha destrozado y desfondado a la Nación -cosa que en su monstruosidad me rehúso a creer - dime, dinos, Andrés Manuel: ¿puedes en conciencia pedirnos olvido a las víctimas, sobre todo a las víctimas de los desaparecidos que aún no encuentran a sus seres queridos?
     
    “¿Puedes pedirme olvido a mí y a los padres de los muchachos que fueron brutalmente asesinados junto con Juan Francisco, mi hijo; puedes pedirle olvido a su madre? O ¿quién coños te crees para pedírnoslo?”, le preguntó el poeta al entonces precandidato.
     
    Y vale la pregunta respecto de las decenas o cientos de miles de niños y ancianos a quienes dejaron sin aulas y sin medicinas los ex gobernadores de Veracruz y Chihuahua por el desvío de cantidades monstruosas de dinero del erario.
     
    ¿Los miles de mineros defraudados y las víctimas de secuestro y extorsión también tendrán que perdonar, como tendrán que hacerlo los millones de campesinos y colonos defraudados por la Sedatu de Robles Berlanga?
     
    No pueden ser así de simples las cosas.
     
     

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!