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"Editorial"

"Partidos o ciudadanos"

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11/11/2018

    Editorial

    Después de emitir su voto en las elecciones internas panistas, por Manuel Gómez Morín, nieto del fundador del Partido Acción Nacional, el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa anunció su renuncia al partido albiazul.
    Apenas el jueves, el ex Mandatario había expresado su intención de crear otro partido político manifestando su desencanto con el instituto que lo llevó a la Presidencia de México.
    Ahora, leyendo las razones de Calderón Hinojosa, su decepción con su otrora partido y sus argumentos de que éste se encuentra “destrozado”, ¿son suficientes para emprender la creación de un partido ad hoc a sus preferencias?
    Hay que recordar que al iniciar 2005 la ex líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación creó un partido político que aglutinaba principalmente al magisterio nacional, partido que actuó de comodín para que otros institutos más grandes lograran votaciones altas y triunfos electorales.
    Más tarde, en 2011, nace el Movimiento de Regeneración Nacional como una asociación civil que después, en 2014, se convertiría en partido político con el objetivo explícito de impulsar la tercera candidatura de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de México.
    La jugada política de Elba Esther Gordillo fue calificada por la clase priista como una traición y a la postre le propinaron un escarmiento con su detención, escarnio y prisión.
    El objetivo de Morena llegó a buen puerto y ahora López Obrador está a punto de ser investido como el primer Presidente de izquierda en la historia de México.
    Historias paralelas con resultados divergentes.
    Sin embargo, con las organizaciones ciudadanas en el mundo tomando las calles, con la organización civil principalmente desde las redes sociales cabe preguntarse, ¿es pertinente crear otro partido político en México cuando el 1 de julio se demostró el hastío a ese sistema político?, cuando se votó mayoritariamente por un proyecto que su principal bandera fue atizar el repudio a los partidos tradicionales.
    El deseo de Calderón debe ser un proyecto muy bien planeado y explicado a la sociedad o será solo un club de afines sin ningún contacto con la sociedad.
    Esa es la tendencia mundial, no más partidos exclusivistas, sí a escuchar a los ciudadanos.

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