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"Opinión"

"Pedofilia políticamente correcta"

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    La pedofilia (paidofilia) es un trastorno psiquiátrico definido como un patrón de comportamiento sexual que consiste en la excitación o placer sexual que se logra a través de actividades o fantasías sexuales con niños.
     
    A pesar de que en la mente de cualquier ser humano con un poco de conciencia la pedofilia representa un acto aberrante, esta conducta ha existido en la mayoría de las sociedades “civilizadas”. En la antigua Grecia, la relación sexual entre un adulto y un joven púber se denominaba “pederastia”, y se consideraba como un elemento más en la relación entre un docente y su discípulo. En el rancho, dicen que era normal y hasta romántico escuchar que un “viejón” se robó a una niña para casarse. 
     
    Hoy en día, la pedofilia sigue siendo un comportamiento vigente en nuestra sociedad. La Iglesia Católica nos sigue sorprendiendo con los alarmantes números de víctimas que rompen el silencio y denuncian a los perpetradores que están bajo un supuesto voto de castidad. En algunas sociedades de Medio Oriente todavía existen los matrimonios arreglados entre adulto y niña. En las redes sociales, no falta el troglodita que dice “legalicen a las de catorce”. Igual de alarmante, es el hecho de que hoy en día existen grupos que buscan el reconocimiento de la pedofilia como una conducta sexual estándar.
     
    El mes pasado, la comunidad internacional de TEDx (la versión “simi” de TED) conmocionó al mundo con una de sus pláticas. Mirjam Heine, una estudiante de medicina, presentó la plática titulada “la pedofilia es una orientación sexual natural” en la Universidad de Würtzberg, Alemania, alegando que la pedofilia es como cualquier otra orientación sexual.
     
    Esta plática no agradó a la comunidad internacional (por obvias razones), sin embargo, incentivó a otras personas con el mismo padecimiento a buscar la legalización y normalización de la pedofilia.
     
    Uno de ellos, es Nathan Larson, un gringo de 37 años de edad que está compitiendo por el cargo de Senador en el Estado de Virginia de EUA. Larson es un pedófilo y violador que busca la legalización de la pornografía infantil, violación marital, incesto, abolición de los servicios de protección infantil, entre otros.
     
    ¿Por qué parece que hay más pedófilos que salen a la luz pidiendo que se les considere como individuos normales?
     
    Habitamos un ecosistema social donde las fuerzas de lo políticamente correcto, la reconstrucción de las normas tradicionales, y la interseccionalidad, permiten que este tipo de personas cabildeen en favor de un acto tan barbárico como la pedofilia, escudándose bajo la bandera de otros grupos socialmente oprimidos. 
     
    Lo políticamente correcto procura minimizar la posibilidad de ofensa a grupos de personas pertenecientes a cierta etnia, cultura, nacionalidad, género o religión. Desafortunadamente, esta corriente, se ha desbordado y la mayoría de las veces raya en lo ridículo (ej.: lenguaje incluyente).
     
    Lo políticamente correcto, el cual tiene un enfoque basado en la rectificación de las injusticias cometidas contra un grupo social históricamente victimizado (mujeres, LGBT, distintas etnias, etc.), es una bandera adoptada por algunos pedófilos. En un intento por desestigmatizar la pedofilia, sus partidarios la han rebautizado como “personas atraídas por menores”. 
     
    Obviamente, la comunidad LGBT se distanció de este grupo de “personas atraídas por menores” y reprobó su postura; ya que, al ser los principales promotores de lo políticamente correcto, corrían el riesgo de ser relacionados con este grupo de personas.
     
    Los orígenes del movimiento LGBT fueron completamente en contra de los dogmas religiosos y el concepto de la familia convencional, motivo por el cual tardó en permear en la sociedad conservadora de la época (60’s) y motivo por el cual actualmente se busca desprestigiar (correlacionándolos con los pedófilos).
     
    Espero este triste momento de nuestra historia sirva de recordatorio, tanto para los que impulsan la agenda de lo políticamente correcto, como para aquellos anquilosados en dogmas arcaicos (ej: pro vida), que las cosas no deben ser impuestas a la sociedad solamente por que atentan contra tu sensibilidad. 
     
    Debemos de ser más empáticos y lógicos, y enfocarnos más en los problemas reales de nuestra sociedad, no en problemas como el “mansplaining”, el lenguaje incluyente, o “cuidemos las dos vidas”.
     
     

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