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"OBSERVATORIO"

"Periodistas a estrados, acoso simulado. Comparecen reporteros ante Juzgado"

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OBSERVATORIO

    Algo queda en el sentimiento de un reportero cuando a raíz del desempeño de su labor es citado por los juzgados para que ratifique lo que escribió, a pesar de que plasmó la noticia con todas sus letras, clarificando por completo la identidad personal y cumpliendo la función de que la sociedad sepa qué ocurre alrededor para que adopte las precauciones y decisiones más adecuadas. Hay una espina, la del acoso judicial, que se clava en la carne viva de la libertad de expresión y lastima los esfuerzos por el buen periodismo.
    A contracorriente de la mentalidad de jueces, abogados y despachos jurídicos que con gran facilidad y a la menor motivación llevan a los periodistas a los tribunales, y reconociendo además que la ley no es de excepciones ni de distinciones y nadie debe afectar el debido proceso judicial, de cualquier forma hay un dejo de intimidación que por reincidente sí consigue inhibir el periodismo profesional, el que va más allá de lo superficial y lo frívolo.
    Plantear al periodismo como problema se ha convertido en el deporte de nuestro tiempo. En la ineptitud de los políticos improvisados sería mejor que las audiencias dejaran de confiar en la prensa y creyeran fanatizados en las arengas mesiánicas de la 4T; las redes sociales luchan por arrebatar los trapecios en los cuales oscila peligrosamente la libertad de expresión, y la delincuencia de todo tipo avanza en el objetivo de que los medios hablen lo menos posible de sus crímenes.
    Por tales razones, el viernes 14 de junio acompañamos a María de los Ángeles Moreno, presidente de la Asociación de Periodistas y Comunicadores Siete de Junio, así como a Óscar Loza Ochoa, en representación de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa, Míriam Ramírez, integrante de Iniciativa Sinaloa, centro ciudadano de Investigación, y a Raquel Zapien Osuna, del Colectivo de Periodistas por la Paz y la Libertad de Expresión, a la comparecencia de tres de ocho colegas citados por el Juzgado Primero Civil de Primera Instancia del Distrito Judicial de Mazatlán.
    El acto de presencia en el Juzgado, respaldado también por miembros del Movimiento Amplio Social Sinaloense y los líderes de esta organización, Miguel Ángel Ramírez Gutiérrez y Miguel Ángel Gutiérrez, fue de solidaridad silenciosa aunque el significado de la adhesión resultó estrepitosamente fraternal. Nadie gritó ni violentó el protocolo judicial pero el cuidado de la compostura fue parte de la protesta.
    La asistencia a la comparecencia de las periodistas Sibely Cañedo y Marimar Toledo y del columnista Fernando Zepeda se dio a raíz de la postura que las mismas organizaciones le entregamos por escrito el 7 de junio al presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Enrique Inzunza Cázares, planteando que por más apegadas a la norma procesal, “este tipo de citatorios a periodistas determina una exposición al compareciente de incertidumbre y crispación que hace suponer que más allá de la idea del conocimiento de la verdad por parte del juzgador, es prestarse a estrategia de carácter legal de las partes interesadas, que a su vez significa amenaza a la integridad tanto física como moral y ética del comunicador”.
    En honor a la verdad, los tres de los ocho periodistas citados a ratificar notas periodísticas dentro de un litigio entre un particular y un bufete de abogados recibieron un trato ajustado a derecho escrupulosamente sancionado por la juez Silvia Olivia Mendoza Moreno. El mismo abogado del Despacho Álvarez insistió en que si la contraparte del caso no hubiera negado las declaraciones que realizó a los medios de comunicación, a ningún reportero se le habría citado.
    El caso es que al final de cuentas la libertad de expresión y el derecho a la información continúan debilitándose a pesar de ser los hilos comunicantes entre la sociedad y las instituciones, actores y organismos que la representan o la defienden. Siempre habrá quien quiera ver a un periodista sentado en el banquillo de los acusados sin importar que lo estén distrayendo o inhibiendo en la investigación o cobertura de hechos de interés público.
    Deseamos, y desde el periodismo nos corresponde luchar para que así sea, que hagan fila ante la justicia los verdaderos delincuentes que tienen de rodillas al Estado y los servidores públicos que son cómplices. Los del narcotráfico, los de la corrupción organizada, los que desaparecen a personas y con ello confinan a las familias al sufrimiento interminable, los que expulsan a las familias de sus comunidades y los que matan a quien sea sin piedad. ¿Pero por qué el periodista ha de ser intimidado llevándolo a los estrados judiciales a consecuencia de los hechos o ideas que expone?

    Reverso
    ¿Y si intercambiamos bando,
    Y piezas en los ajedreces,
    Con los jueces reporteando,
    Y los reporteros de jueces?

    Carnaval sobre el puente
    Lució bastante el sábado, parecía un carnaval, el acto de inauguración de la modernización de la vialidad Rolando Arjona, con todo y su paso superior elevado, fiesta que abarcó desde el bulevar Lola Beltrán al Pedro Infante. Música, danza, carreras, polvos de colores y papel cortado lanzado las alturas a cañonazos, playeras de Puro Sinaloa regaladas y todo un festival que nunca se había visto en la inauguración de obra alguna. Solo que hacemos la misma pregunta que se hizo tanta gente congregada en ese evento: ¿Todo esto solamente porque se hizo una obra pública? ¿Qué se trae el Gobernador Quirino Ordaz con tan tremendo bullicio?

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