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"Opinión"

"Perro que come huevo…"

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16/11/2018

    Joel Díaz Fonseca

    jdiaz@noroeste.com

     

    No se equivocaban nuestros abuelos cuando decían la sentencia “perro que come huevo, aunque le quemen el hocico”, para referirse a cierto tipo de personas que una vez que le agarran el gusto a algo, se empecinan en mantenerse en ello contra viento y marea, aunque hayan fallado una, otra, y otra vez.

     

    Faltan dedos de las manos para contar a los políticos que se asumen como los únicos aptos para desempeñar un cargo y como los únicos capaces de resolver los problemas de sus comunidades. Van unos botones de muestra:

     

    Alejandro Higuera, diputado local, diputado federal y tres veces Alcalde de Mazatlán. Salió de la última de ellas desgastado políticamente, y aún así buscó serlo por cuarta ocasión, pero el capital político ya no le alcanzó. Pero ahí sigue, y seguramente tratará de contender en próximos comicios, para lo que sea, lo que le importa es seguir viviendo del presupuesto.

     

    Jorge Abel López Sánchez, Alcalde de 2008 a 2010. Salió con la cola entre las patas, totalmente desprestigiado. El Alcalde del “agua chocolatosa”, el Alcalde al que quién sabe quién bautizó con el mote de “ratabel”, ya amenazó con que buscará aparecer en las boletas en las elecciones de 2021, quiere ser Gobernador.

     

    Jesús Valdés, fue diputado local y federal en la LIX y LXII legislaturas, respectivamente, Alcalde de Culiacán para el bienio 2017-2018, periodo que no concluyó por irse a buscar la reelección, la cual perdió.

     

    Pero tuvo su premio de consolación, el Gobernador Quirino Ordaz lo designó Secretario de Agricultura y Ganadería, cargo en el que apenas permaneció cuatro meses para irse, ahora, en busca de la dirigencia estatal del PRI.

     

    Un ejemplo más es el de Fernando Pucheta, que se ha distinguido por no terminar sus encargos. En 2001 y 2003 contendió por la diputación local y federal, respectivamente, perdiendo ambas. Después de desempeñarse como regidor en el gobierno de Jorge Abel López Sánchez, contendió de nuevo por la diputación local en 2013, venciendo esta vez al panista Alejandro Higuera.

     

    Pero a pesar de sus balandronadas de que no sería como tantos políticos que abandonan sus cargos para ir en busca de otras posiciones, dejó la curul a mitad del camino para buscar la candidatura a Alcalde Mazatlán, la cual dejó también a medio trecho.

     

    Renunció para ir en busca de la reelección, siendo derrotado ampliamente por el morenista Luis Guillermo Benítez. Pero como el perro, que una vez que come huevo vuelve una y otra vez al gallinero, pronto seguramente se le verá de nuevo por ahí buscando otro acomodo.

     

    Y en el ámbito nacional ocurre lo mismo. Hace unos días se conoció la información de que el ex Presidente Felipe Calderón formará, junto con su esposa, Margarita Zavala, un nuevo partido. Como ya en el PAN no tienen cabida, crearán su propio juguetito para seguir gozando de las mieles de la política y de los cuantiosos presupuestos de que disponen los partidos.

     

    Y qué decir de la maestra Elba Esther Gordillo, campeona sin duda del salto en los trampolines. Elegida por el Presidente Carlos Salinas de Gortari para hacerse cargo del SNTE en 1989, se catapultó desde ahí para buscar diversos encargos políticos: Diputada local por el Estado de México; diputada federal; senadora; y nuevamente diputada federal.

     

    Contrapunteada con el PRI, formó su propio partido, Nueva Alianza. Por esto y porque en la elección presidencial de 2006 maniobró en favor del candidato del PAN, Felipe Calderón, el PRI la echó de sus filas.

     

    Hoy, tras ser exonerada de todos los cargos que la llevaron a la cárcel en 2013, la maestra vuelve por sus fueros, decidida a recomponer su imperio.

     

    Son incontables los casos de políticos que en el mejor estilo de los saltimbanquis, han vivido y siguen viviendo pegados a la ubre presupuestal. Porfirio Muñoz Ledo y Manuel Bartlett Díaz son unos clásicos, saben cambiar de piel a conveniencia.

     

    Después de una larga trayectoria en el PRI, donde ambos ocuparon importantes cargos, abandonaron la nave tricolor, buscando cobijo en otras siglas. Muñoz Ledo en el PRD, y ahora como diputado de Morena. Bartlett hoy ocupa un escaño en el Senado, bajo las siglas del Partido del Trabajo, y por su estrecha amistad con el presidente electo se da por hecho que será el próximo director de la Comisión Federal de Electricidad.

     

    Son todos ellos, ejemplos claros de políticos que una vez que prueban las mieles del poder no quieren soltar la jícara, como el perro, que una vez que come huevo, no quiere comer otra cosa.

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