"Peso, debajo de 19"

Iniciamos ayer la semana con una jornada positiva para la mayoría de los mercados bursátiles del globo. Los principales índices el día con ganancias marginales, lo que hizo que, específicamente los neoyorkinos, se mantuvieran en máximos históricos consecuencia del optimismo que generaron los indicadores económicos en China y la idea de que la Reserva Federal recortará las tasas de interés este mes.

En una sesión donde no se publicaron indicadores económicos de relevancia en Estados Unidos, los inversionistas centraron su atención en las cifras macroeconómicas de China, las cuales cumplieron con las expectativas de los analistas. No obstante, el producto interno bruto mostró la menor expansión desde 1992, pero en línea con los pronósticos. Otra noticia favorable para las acciones estadounidenses fue que el Secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, dijo que el gobierno podría dar el visto bueno para el comercio de empresas estadounidenses con la tecnológica china Huawei tan pronto como en dos semanas.
En complemento, ayer en Estados Unidos comenzó formalmente la temporada de reportes corporativos correspondientes al segundo trimestre. Citigroup fue la primera empresa en presentar sus resultados, los cuales superaron estimados tras un menor declive respecto de lo anticipado en sus ingresos por renta fija y en su negocio de banca de inversión. Paralelamente, en México las bolsas tuvieron este lunes su mejor día en un mes, gracias a que los inversionistas tomaron ventaja de algunas compras de oportunidad, luego que el índice había caída a su menor nivel en siete semanas.
En asuntos energéticos, los precios del petróleo finalizaron la jornada de ayer a la baja, ya que los operadores del mercado sopesaron cifras mixtas de China, el mayor comprado de materias primas en el mundo. Así, el precio del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, bajó 63 centavos para ajustar hasta los 59.58 dólares por barril, mientras que el crudo europeo, Brent del Mar del Norte, perdió 24 centavos para marcar 66.48 dólares por barril.
Por una parte, el gigante asiático dijo que la producción industrial de junio creció 6.3 por ciento a tasa anual, a la vez que las ventas minoristas de junio avanzaron a una tasa anual de 9.8 por ciento, la más alta desde marzo de 2018. Sin embargo, el producto interno bruto de China creció 6.2 por ciento a tasa anual en el segundo trimestre del año, su menor tasa de crecimiento desde 1992. Si bien el resultado estuvo en línea con las previsiones del mercado, persistieron los temores de que la economía asiática se ha estado desacelerando.
En temas cambiarios, tenemos que el peso mexicano se apreció por tercer día consecutivo, debido a las fuertes expectativas de que la política monetaria de la Reserva Federal sea más laxa antes de finales de julio. De acuerdo a los registros de Banco de México, en el mercado interbancario el tipo de cambio cerró en 18.97 enteros, lo que representa un avance de dos centavos con respecto al cierre previo. En los últimos tres días, el peso ha ganado 1.1 por ciento frente a la divisa estadounidense.
El peso, como ha pasado con otras monedas de economías emergentes, se ha beneficiado de la debilidad del dólar, que se alista a medidas monetarias más acomodaticias. Algunos analistas pensamos que el peso podría volver a ganar terreno de forma gradual, derivado básicamente de la expectativa de una baja en tasas en la unión americana.
Sin embargo, la estabilidad con que ha operado el peso mexicano seguirá dependiendo también de forma parcial de los planes políticos de la administración del Presidente López Obrador. Por ejemplo, en los próximos días se dará a conocer el plan de negocios de la paraestatal petrolera, Petróleos Mexicanos, y los inversionistas esperan encontrar en el plan pistas de las prioridades de rescate de la paraestatal, que se ha vista envuelta en malos manejos financieros que le han costado degradación de su nota de deuda.
Destacó el fin de semana que el ex Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, diera detalles que ampliaron lo señalado en su carta de renuncia de la semana pasada. En entrevista para Proceso, señala que hay un claro conflicto de interés por parte del empresario regiomontano Alfonso Romo, al tener acceso a información privilegiada por ser jefe de la Oficina de la Presidencia y al mismo tiempo seguir siendo propietario de una casa de bolsa (Vector); también señala que Manuel Bartlett, Director de la Comisión Federal de Electricidad, cometió un error al demandar un arbitraje en contra de las constructoras de gasoductos, dejando de honrar los contratos, lo cual es grave por generar desconfianza entre los inversionistas. Sigamos atentos. Nos vemos el próximo martes.
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