Editorial
Lo que se espera de una sociedad es que todos sus integrantes estén dispuestos a mantener el orden, para beneficio de todos. Cuando uno de sus integrantes decida no hacerlo, todo se desbalancea.
Quienes participan en la delincuencia organizada, son de esos elementos que deciden no seguir el orden, y con base a la violencia, buscan imponer sus propias reglas.
Quienes participan en actos de corrupción, son también parte de esos que prefieren no seguir un orden y aunque cree que toma ventaja sobre los otros, para obtener un beneficio, tarde o temprano ese daño se le revertirá.
Quienes desde el poder, como las fuerzas armadas, por ejemplo, deciden someter a otros por encima de lo que dictan las normas y las leyes, se salen de ese orden que el País requiere y al final, terminan minando la confianza que los ciudadanos tienen en la autoridad.
Y cuando desde los responsables de poner el orden deciden romperlo, como ha ocurrido con agentes preventivos en Culiacán, son pocas las esperanzas de los ciudadanos de que la situación en su comunidad pueda componerse.
Un hombre decidió proponerle matrimonio a su novia en una gasolinera. Pero la petición no se había visto hasta ahora: una patrulla intercepta la camioneta en la que viajaba la pareja, simula un proceso en el que el joven sería detenido y cuando su novia baja, hace la petición.
De esto, ha sido posible conocerlo porque ha circulado un video que ha alcanzado una amplia difusión, de la complicidad de agentes de la Policía Municipal en tareas que no son de su competencia.
Pero, ¿cuántos actos que no competen a los agentes preventivos se cometen en Sinaloa bajo el amparo de la complicidad y la secrecía? ¿O cuántos de esos actos son atestiguados por ciudadanos, pero que en ese momento no tenga un dispositivo para grabarlo?
Las corporaciones policíacas son las que más cargan una desacreditación entre la ciudadanía, precisamente por actos como el que se conoce en Culiacán.
Restablecer la paz y la seguridad en México, y sobre todo en Sinaloa, requiere de la participación de todos, principalmente de policías abocados a cumplir con su labor.
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